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DOMINGO
VEINTE
Y DOS
Una alma en estado de pecado mortal es una cosa toda–
vía peor; todos los tesoros del Universo, todas las di ver–
siones del mundo no impiden el que sea abominable , el
que sea un objeto de horror á los ojos de Dios; ¡y se vive
tranquilamente en este estado!
¡y
se rie,
y
se persevera
en
él!
Un hombre en estado de pecado mortal es un hombre
en desgracia de Dios , degradado para con
Dios
de todo
merecimiento, privado de todos los derechos que le da–
ba la gracia, despojado de todos sus privilegios; y si mue–
re en este estado infeliz, el infierno va
á
ser su habitacion
eterna; los pesares, la rabia
y
los fuegos eternos van
'á
ser su herencia sin fin.
¿Cuál sería el desconsuelo de un cortesano que supiera
que el príncipe le miraba con desagrado
y
con aborreci–
miento~
Un hombre
en
estado de pecado mortal es toda–
vía mas infeliz ; es un objeto de horror
á
los ojos de Dios.
Si la indignacion del Todopoderoso
no
descarga sobre él,
es un puro efecto de la misericordia, que no por eso de–
bilita los derechos
y
el rigor de la justicia. Un hombre en
pecado mortal es un reo condenado al último suplicio;
se
difiere la execucion para darle tiempo de conseguir el
perdon; pero
i
qué se debe pensar de un reo de lesa ma–
gestad divina, que pudiendo consegir el perdon, perse–
vera en estado de pecado
mortal~
i
No es este mi
retrato~
¡y
cuál será mi destino?
P
U N T O S E G U N
D O.
Considera que el estado de pecado mortal es
un es–
tado sumamente infeliz; porque entonces aunque haga
el pecador cuanto quiera, su pecado destruye delante de
Dios todo
el
mérito que
por
otra parte pudieran tener
sus obras. Aunque hiciese todas las obras buenas del mun–
do,
decía saa Pablo, aunque tuviese una fe capaz de
ha–
cer mudar los montes de una parte
á
otra, aunque dis–
tribuyese todos
mis
bienes en limosnas, aunque entrega–
se mi cuerpo hasta ser quemado ; si me falta la caridad,
si no estoy en gracia de Dios, es en vano todo cuanto
trabajo: de nada me sirve para el cielo todo cuanto pue–
do hacer ó padecer;
porque el
estado
de
pecado
mor-