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DOMINGO VEINTE Y TRES
la sinagoga; pues el evangelio cuenta la historia de es–
tos dos hechos milagrosos, los que hicieron grande ho–
nor al Salvador,
y
taparon la boca por algun tiempo al
ódio
y
á
la envidia de lós escribas
y
fariseos. La epístola
contiene lo que san Pablo escribe
á
los fieles de Filipos,
exhortándolos con términos muy fuertes
á
evitar el trato
de aquellos falsos doctores, que aprovechándose de su au–
sencia , hacian cuanto podían para perderles
y
pervertir–
les, predicándoles, no la ley de Jesucristo, sino el puro
judaismo.¡¡Eran los tales unos judíos convertidos á la fe de
Jesucristo; pero que no tenian de cristianos otra cosa que
el bautismo. Obstinadamente encaprichados en sus cere–
monias legales, sujetaban el evangelio de Jesucristo
á
la
ley de Moyses,
y
no siendo propiamente ni judíos ni cris–
tianos, predicaban una religion monstruosa. El santo
Apóstol ad vierte á los fieles de Fili pos que se guarden de
estos seductores que no se alaban
á
sí mismos tanto, sino
para echarles
á
los simples el polvo en los ojos; y despues
de haber quitado la mascarilla
á
su hipocresía,
y
descu–
bierto el veneno que esparcian con sus errores, exhorta
á
los filipenses á no olvidar las instrucciones que les <lió,
y
tener sobre la religion los mismos sentimientos
y
las
mismas prácticas y ritos que él.
El intróho de la misa es del capítulo
29
del profeta
Jeremías, donde hablando el Señor á su pueblo por boca
del Profeta, le promete el fin de la cautividad, y la vuel–
ta
á
su amada patria. Ninguna cosa es de mayor consuelo
para los fieles que la manera con que Dios se explica aquí,
para consolarnos en este lugar de cautividad
y
de des–
tierro.
Dicit Dominus
,
ego cogito cogitationes pacis, et non
afflictionis:
no creais, dice el Señor,
~ue
porque os dexo
en la afliccion os haya olvidado ,
ó
qpiera dexaros para
siempre en la cautividad:
Ego cogito cogitationes pa–
cis, et non afflictionis.
Yo pienso en vosotros, no como
enemigo irritado, sino como padre : mis pensamientos
son pensamientos de paz
y
no de afliccion :
lnvocabitis
me, et egfJ exaudiam
vos:
alentad mas que nunca vues–
tra confianza en mi bondad : vosotros me invocareis ,
y
yo
no estaré sordo
á
vuestras súplicas : os oiré,
y
os sa–
caré de la cautividad
y
de todos los rincones
y
parages
,J .