Table of Contents Table of Contents
Previous Page  258 / 414 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 258 / 414 Next Page
Page Background

DOMINGO DIEZ Y SEIS

destia,

y

te diga: Amigo, no es este el puesto que os co–

rresponde, subid mas arriba:

Amice, ascende superius:

¡qué honra tan grande te resultaría de una expresion co–

rno esta para con todos los que estuvieran

á

la mesa

contigo! Nada hay que temer , dice san Bernardo, sea

baxarse uno lo mas que pueda; pero por poco que nos

levantemos, corremos riesg::> de levantarnos mas de lo que

debemos.

i

Por ventura

qui~re

Jesucri to, dice un

e1~udi­

to intérprete, executar

á

lo<> fariseo á que se baxen pre–

cisamente con el fin de hacerse honor

ú

de evitar la con–

fusion

~No

por éierto; es demasiad<J imperfecto

y

aún vi–

cío o e te motivo para que sea meritorio; esto sería hu–

millar e por motivo de soberbia. Cono .... ia muy bien el Sal–

vador que los fariseos no eran gentes que se moviesen

por razones mas espirituales,

y

así e acomoda

á

su fla–

queza;

y

para corregirlos de la vergonzosa priesa que se

dab:rn por tomar los primeros puestos, les pone delante

solamente el vano deseo de ser estimados, que advierte

en éllo<>. A

la

manera que

á

un hombre destemplado se

procura hacerle sóbrio por el amor de la salud,

y

así se

le va disponiendo por un motivo puramente natural

á

la

templanza cristiana. La humildad exterior es un paso pa–

ra llegar á la humildad del corazon.

· Esca instruccion que aquí se llama parábola, en el sen–

tido moral mira particularmente

á

los judíos, - los cuales

habian sido convidados los primeros al banquete celestial

por la predicacion del evangelio,

y

se excluyeron ellos

mismos de la eterna bienaventuranza por una orgullosa es–

timacion de sí mismos, dicen los padres. Solo algunos po–

bres, algunos publicanos, algunas mugeres pecadoras,

y

los

gentiles de corazon contrito

y

humillado aceptaron el con–

vite que se les había hecho;

y

reconociéndose indignos de un

tan insigne favor, estándose en el último puesto, no atrevién–

dose á levantar los ojos,

y

estando en pie en lo !"Ilªs baxo del

templo como el pu,blicano, merecieron que se les dixera:

Subid mas arriba, ocupad los primeros puestos de que los

judíos se han hecbo indignos por su orgullosa obstinacion.

De todo su discurso contluye el Hijo de Dios:

Q uia.

011J

-

nis

qtü

.n

exaltat

,

humiliabitur; et qui

se

humiliat

,

exal–

tabitur;

porque cualquiera que se ensalza, será humilla–

do;

y

cualquiera que se humilla, será ensalzado. Aturde