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124

DOMINGO NO O

siglo ha que fue arruinada,

y

todavía e tá epultad entre

sus ruinas.

Quia si ognovisses et tu, et quidem in hac die

tua

,

quce ad

pacem tibi

!

¡Oh

i

en aquel dia di ho o pa–

ra

ti,

en que

él

Salvador iba

á

vi itarte como r

y ,

lleno

de mansedumbre ,

y

como padre tierno , hubi

se

sabido

conocer al que veni,

á

traerte la paz; e decir, toda . uerte

de felicidades : nunca tu enemigo hubieran hecho una

ir–

cunvalacfon al rededor de tu murallas, no te hubieran

ercado

y

estre hado por todo lados , no te hubieran a–

rruinado

á

ti

y

á

tus habitadore , ha ta no dexar piedra o–

bre piedra en el recinto de tus muros. Todo e

to

sucederá

porque no has sabido conocer el tiempo en que ha

sido

visitada:

Eo

quod

non cognoveris tempus visitationis

tu.~.

Aquí predice Jesucri to do co a , la total de truccion de

la ciudad y del pueblo judáico, y la can a de

ta de tru -

cion ;

porque no conociste et tiempo de ttt visitacion.

pue

el suceso verificó la primera ha ta la menor circunc;tancia,

i

quién podrá dudar de la verdad de la cgunda

~

Tanta

verdad,

y

tan cierto e

, que toda la calamidade que

desde entonce acá han padecido los judíos, son ca tigo de

su ob tinacion en no haber querido reconocer al

Mesia

,

como era verdad que u ciudad sería enteramente de trui–

da segun Jesucri

to

e lo predecía á los judío . Tal fue

la uerte funesta de una ciudad, de una nacion amada de

Dios por tanto tiempo , tan colmada de u favore

, tan

enriquecida de su beneficios , . tan distinguida entre los

otro pueblos , por no haber sabido conocer , ni aprove–

charse del tiempo de la vi ita del Salvador. Símbolo es–

p :rntoso, pintura terrible , pero natural, de las calamida–

de que amenazan á todos los pueblos que abandonan la

fe: tristes pre agios de los

terrible~

castigo coa que tarde

ó

temprano ca tiga Dio á aquellas alma infieles

á

la gra–

cia, que no quieren conocer la visita del alvador,

ó

que

abusan de élla.

La oracion ele la misa de este di.a e.r la 1iguiente.

P:zteant aure;

miserícordi~

t uie,

Señor , estén abiertos Jos oidos de

D omine

,

precibu; suppli;an-

ru mis

ricordia

á los ruegr_,

de los

tium

;

et

ut

peuptibu;

duid~-

que la

im

loran ;

y

pua

que

les

ra1.:1

onc~d.u

,

fa

eo;, qu:e

conc_ed

s

lo

qu

re p"d

, haz que