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DOMINGO NONO
fresco abundante : hacer un gasto por pura vanidad
ó
ca–
pricho, prívate Je esta vana sati faccion; pero da esta su–
ma
á
aquel que por élla te quiere dar un cien doblado.
Hay pocas comunidades, y aun familias que no puedan
socorrer
á
algun pobre con lo que se desperdicia por des–
cuido
ó
por olvido. Finalmente, ten siempre en tu casa
el tesoro de los pobres; es decir, una bolsa en que pongas
siempre alguna cosa cuando cobres tus rentas ,
ó
cuando
tengas alguna ganancia en el comercio. E te fondo debe
ser independiente de tus limosnas ordinarias: le llamarás
el tesoro de los pobres; porque de él has de sacar con
que asistirles extraordinariamente en sus necesidades.
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DOMINGO NONO
DESPUES DE
PENTECOSTES.
Parece que la Tglesia en este domingo nono despues de
Pentecoste se propone persuadir
á
los fieles, que todas
las calamidades grandes y ruidosas que suceden en el
mundo , las revoluciones espantosas que hacen gemir
á
tanta gentes, los azotes terribles de
la
indignacion del
Alti imo, la desolaciones, las aflicciones p1'1blicas, que
todo esto son
casti~os
vi ibles de
la
corrupcion de las cos–
tumbres, del desprecio que se hace de la ley ,
y
de la
irreligion de los pueblos. La epístola nos trae á la memo·
ria los rigurosos ca tigos con que Dios castigó á la insig–
ne ingratimd
y
la obstinada indocilidad de un pueblo pri–
vilegiado, colmado de bienes, alimenrndo entre los mas
estupendos milagros; pero
á
quien la infinidad de los be–
neficios hizo todavía mas ingrato, mas irreligioso,
y
que
por sus enormes delitos obligó á Dios hacerle sentir
to–
do el rigor de su ira ;
y
con esta di screcion sucinta, pe–
ro viva
y
enérgica , nos advierte el anto Apóstol , que
todo esto no era otra cosa que una
fi ?,U
ra instructiva de lo
que les había de suceder á los cri tianos que imitasen los
desórdenes de lo
judíos~
y
que por lo mismo que han si–
do mas favo.recidos del Señor, deben e perar ser casti-