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'DE CUARESMA.
r.
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pe de rayo
·para
un predic.:ador aplaudid'o,
p~ra
u;i. di-
rector de una gran reputac10n, para un supe_nor ng1do,
para un amo vigilante, para un gran prelado, que
ha–
biendo hecho cumplir cou su obligacion
á
las personas
que están baxo shl's
órd~nes
, habrán descuidado de su
salvacion
!
No permitas, dulce Jesus mio, que yo sea jamás de
este número. Haced que · yó sea el primer objeto de mi
zelo, y que el qúe yo tuviere por los ótros sea segun
v-uestro espíritu : qme mi zelo no sea acre ni amargo, ·si–
no par.a-
mi,
y que •la caridad sea su primer
móvil,
y
su
únicól
fin
vuestra pura gloria.
.
.
JACULATORIAS PARA ENTRE EL DIA.
Cor mumdum crea in me
,
Deus., et spiritum rectum innova
in vis::eri:bus meis.
Salm.
60. .
·
Dadme, Señor.; aquella .pureza
.d~
corazon y•aquella:t'ecti–
tud de espíritu' sin las cuales .no se os puede agradar.
Tabescere me fecit zelus meus., quia obliti sunt.verba tua
inimici mei.
Salm.
118.
Mi zelo me hace secar de dolor al ver el menosprecio
que se hace de vuestra ley.
PROPOSITOS.
Ten zelo • porque el no tenerlo es señal
~e
una fe muer–
ta, y de una caridad apagada; pero procura que tu zelo
no sea jamas agri0 ' ni indiscreto. El ·verdadero zelo es
siempre prudente., humilde ·' compasivo
y
moderado.. Si -
renemos indignacion contra..el vioro-:-, ·nuestros prbpios
defecros sofi un objeto digno de nuestro enojo.·
Set
debe
gemir al
v~r
la disolucion de las costumbres; pero <!uan–
do por tu oficio no estes obligado
á
corregir lbs defec–
tos agenqs,
¿, ...á
qué fin. .
repten·d~r ·-C<'n ·
tanta a<i:dtl1onía
y
a:tllll
1
argur-a
~ .Comenzemo~
por refo11rharnos1á nósotros mis-:–
mos,
·y
e.rmSnees
1
tendr~rnos
el Cc:msue1o de habér traba–
jado eficazmente en la reforma de las costumbres. El me–
dio de reprend{tr la disolucion. de las .cosrurnb,res por
una vida arreglada
y
edi.ficativa, es el
so~o
que coruviene
á
los·que no estát_n ·en'Cargados de
la.. -~pduGt.~p
dre-1os
Gitffis,
Tom. 11.
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