46 / 356
' MARTES SEGUNDO
1
mun tan·,
lucrativas~
i
por qué no tener zeló ni fervor
sino por aquellas buenas obras que dan golpe,
y
atraen
la admiracion ?·
i
por qué solo por la salvacion de cier–
tas almas?
z.
por qué no querer dexar aquel empleo,
'Ó
aquel puesto, cuando la voluntad de los superiores ha–
ce ver bastantemente que-Dios no gusta que estemos en
éH
¿por .qué buscar el favor
y
la proteccion para man–
tenernos en
él
?
i
tememo~
que la gloria de Dios padez–
ca si cedemos
á
ótro nuestro puesto?
i.Ah,
Dios mio,
y
cuán t~s
misterios
~e
ini9uidad
~evelará
la muerte
_á
nues-
>t ros
OJOS
!
i
Y
sera entonces tiempo de descubnr estos ·
m isterios ?
Se
juzga
que es tener mucho zelo el querer trabajar
mucho.;
p.ero
·si en esa multiplicida·d de trabajos no tra–
b aj amos sino por Dios, pasma el que pongamos tanto es–
tudio en hacer que advierta el público lo mucho que tra–
bajamos, .
.Y
en mendigar por una vana ostentacion de
nuestros
:spd.ores una indigna
é
inútil compasion; Quere·
m0s machas veces hacerlo tod·o, pero solo nosouos:
i
yi
no ·es
esto porque -se teme
á
an concurrente,
y
se apTen–
de que se han de dividir los aplausos si algun otro par–
te
con nosotros las fatigas? ¡Qué . sutil es
el
amor propio,
D ios mio !
á1
no ser ·que tengamos un corazon muy puro,
y
un espíritu 'muy recto, siempre nos
d~slumoraxá,
y
nos
engañará. Una de las prueba.s ciertas de ser fal so el zelo,
es mi rar los felices ·sucesos de los ótros con pesar.
i
Es
m-i
zelo mas puro que éste?
El verdadero zelo es el
prime~
fruto de la caridad, ni
puecl:e
venir de ·otro principio: es ·dulce, compasivo, be–
néfü:o;
hamilde. El · pr imer objet o
-de
nuestro zelo debe
ser nuestros p ropias defectos.
La ·
piedad edificativa debe
ser el primer art ifi cio que ·ha de emplear un.. hombre ze–
loso pa'lfa mover los corazones :
./Es sonans
,
aut cymba–
;Jwn
Mnien;;.
¡
Qué pesar , . Di0s mio, qué des.esperacion
á
la
hora
de la muerte , cuando toda la vida no ha sido
si–
no
como el metal que resuena ,
·Ó
como una campana
que
·Eetiñe
!
Nonne in nomine t uo prophet avimus?
i
No
pro–
fe tizamos
eh
tu nombre ?
i
no arroj amos los demonios en
tu nombre?
i
no hicimos muchos milagros en tu nombre?
Y entónces les
di~é
abiertamente, dice el Señor :
ro
no
os conocí
jamás~
apartaos
de mf.
¡Qué sentencia, qué gol-
..
'