DE
CUARESMA. ~
329
tur.
E t
dixit Sion :ttD ertrliqait
me, Dominus, et .D ominus obti–
tus
ert
mei. N u,,quid oblivisci
potert muiier in[antem suum,
ut non misereatur filio uteri sui?
Et si illa obtita Jue ri1, ego ta–
mrn non obiibiscar tui,
dici~
Dominus omnipotens.
hio,
y
tend rá misericordia de sus .
•pobres. Y Sioó había 'dicho: El Se–
ñor me aba radonó ,
y
el Señor se ol–
vidó de mí.
i
Por ve? tura, puede
una muger ol vi dar á su
n ~ño
de ma–
nera que no tenga piedad del hijo
de sus entrafias
1
Pero aunque élla
se olvidase,
COI'\-
todo eso yo no me
olvidaré de ti, dice el Señor om–
n ipotente.
NOTA.
"Isaías, como figura del Mesías., dice, que el Señor
,,10
ha enviatlo, no solo ·á anunciar á Jacob su vuelta
,,de la cautividad,
y
su Hbertad, si no tambien á predi–
" car
á
los gentiles que se convier tan
y
dexen sus erro–
" res. Describe la felicidad de Jerusalen despues de la cau–
"tividad. Dice q-ue los pecados de Judá son los que han
,,
atraido sobre élla todos los males que ha padecido. Con·
,, suela despues de
e
to
á
Sion ,
y
le predict! una felicidad
1
"''permanente.
R E F L E X l O N E S.
i
P or ventura una madre puede olvidarse de su
hijo~
Pero
aun cuando élla se olvidase , por lo que
á
mí toca,
dice el
Señor
, y o no me olvidaré de vosotros.
i
Podía el Señor dar–
nos una idea mas alta de
u
ternura, que la que nos da por
es ta expresion, por es ta comparacion
~ El
amor que una
madre tiene naturalmente
á
u
hijo, e gra nde, es ard ien–
te, s compa ivo , e· t ierno : el que
Di o
nos tiene á nos-
tros
s
to avía ma vi vo
y
mas onstante. Una madre pue–
de olvidar e de su hijo : Dios no
s ca paz de olvidar e
de
m i
alma. ¡Qué consuelo pen ar que Dio
e compadece
de mi male , que e sen ible
á
mi nece idade , que yo le
oy
ma
am ble que un hijo único, que un hijo agr
ecido,
un hijo bi n nacido lo e á la madre ma
tierna! ¡que
mi
~
ti
cto~,
mi de barro ,
mi
fl aqueza no pueden abog
r
Jamá
m
apurar aquel fondo inagotable d bond
d
on que
D io me mira, y que le ha he ho
errarnar obre
mí
tan–
to
favore ! ;q 1é consuelo aber que e un Dio
qui
n
ama,
y
que me ama como
Dio
!
E
ta
bondad
e
inc m-