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DE.
CUARESMA.
VIERNES TERCERO
DE CUARE_SMA,
que se llama tambien de la Samaritana.
Se
puede decir que la misa de
es~e
dia está llena de
mis~
t-rios,
y
que contiene un compendio de toda la economía.
de la salvacion. El deseo sincero que tiene el pecador de
convertirse,
y
que es como la primera disposicion para su
convers_ion, parece en la oracion con que empieza la mi–
sa. La epístola es una figura de lo que pasa en la conver–
sión
de~
pecador,
y
el evangelio hace la pintura de esta
con
vers10n.
Fac mecum, Domine, signum
in
honum, &c.
decimos en
el introito de la misa; quiere decir: Dad, Señor, una prue–
ba
visible de lo que me amais para que mis enemigos,
viendo que me socorreis
y
me
consolais, queden cubiertos
de confusion. Inclinad vuestro oid0
'.á
mi oracion ,
y
oid–
me; porque soy pobre
y
necesitado.
Esta
es la oracion que
hace
á
Dios en el salmo 85 David, perseguido por Saul
ó
por Absalon, errante por los desiertos, y expuesto
á
las
últimas desdichas. Si el lastimoso estado en que se encon–
traba entonces el rey Pr.ofeta,
es
figura del pecador , la
oracion que hace
1á
Dios puede
send~
de
rno~elo
de la
que debe hacer al Señor el que está
en
oesgracia suya. San
Agustin aplica todo este salmo
á
Je.slicri.sto, ca11gado
de
nuestras iniquidades, que pide á Dios Padre su asistencia
al ir á la pasion, y que predice su resurreccion y la vo–
cacion de los ·gentiles á la fe y á la Jglesia.
-
La epístola contiene la _historia del
m.llagro
que obró
Moyses, haciendo salir de una roca una f.uente de agua vi–
va en favor de los israelitas, que hallándose en
\.m
desier–
to seco
y
estéril morían de sed. La relacion de esta agua
milagrosa con el agua . viva que
el
Salvador ofrece
á
la
Samaritana en el evangelio de este dia ,
ha
hecho
que
se
eligiera esta epístola, la cual
es
del capítulo
20
del libro
de los.
Números.
_ .
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,
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