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4 DOMINGO SEGUNDO
bros de Jesucristo? i lgnorais acaso que vosotros sois tem–
plos de Dios, y que el espíritu de Dios habita en vos–
otros ( 1. Cor. 3.)? i Qué delito no será arrojar al Señor de
él con una profanacion sacrílega? No sigais el exemplo de
los paganos, los cugles nc6 siguen otra regla que sus pa–
siones, de las que son esilavos. Nadie use de violencia, i1i
de frau'de con su o en ningun negocio; y la razon que
da es, porque el es vengador de todas estas ~osas.
La ingenuidad y na fe deben hacer en parte el carác–
ter del cristiano. i Qué se gana con el disimulo y con los
artificíos? La cias pueden engañará los hombres
que no ven el ; pero Dios penetra. hasta, el fondo
del corazon, e todos nuestr9s artificios (Psat. 7.).
Dios n0 nos ha llamado para que seamos impuros, sino
para que seamos santos. ¡ Qué fin este tan glorioso!
· Por ser el evangelio de este 1dia el ·mismo que el del dia
antec~dente, 10 se repite <;1.quí Ja histori~ de la transfi–
guracion del· Salvador, del ~ mundo, contentándonos con
añadir algunas .reflexiol!l~S. este,mis.terfo.
Por tran$figuracioh de.1 se e~tiende aqtnella muta–
cion milagrosa que hizo sto en su cuerpo en pre–
sencia de san Pedro, Santiago y de san Juan en el mon–
te 'I;'abor, cua.q~o s.e de~{> ver con el resplandor mas bri–
llante de .sq; gfü~ia en medio de Moyses y .ElíAs't con qui~nes es.tuyu
habJ~ndo algun tiempo de las ig s d~ su
pa·si:án. La .gloria.que eL alma de Jesucristo desd~
el primer instante en su encarnacion, naturalm~nte ·debía
comunicarse á su cuerpo; y era un.milagro continuado el
que esta gloria estuviera suspendida y ~ncerraqa ~n su al–
ma, sin que se des.cubriera e,l -menor rayq de-,éllq sobre su
cuerpo en todo et discurso de .su vida,~or;a-l:í El.fin que se
propuso el carnacú0n ,- y la ele~jon que hi....
zo desde la redimirá-los hombres por medio
de las humi u pasion, f · de la~ ignominias de
edían este milagro. _Si esta gloria ,hubiera resal-,.
ante ~u vida sobre .sil' ~uerpo. , i«qm.i~n. hubiera pen–
s en maltrat~rlo~ iquién sehubi~ra atrevido ácru–
cificarlcH Si hubiera11i cono~ido al Señor en la gloria, dice,
san Pablo,jamás le hubieran ,fru,cificado. El dia de su tran-s~
figuracioa dexó JesucristQ d.~ h51cer este,~ilagro pqr algu–
nos momentqs : permitió que se a~omaran ó i;esaltaran so-