![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0257.jpg)
)JE
~'CJ:t\Rg.SlVJ__A~.
24z
1
U$
ojos,,
y
q4e la mª'gesta s·v·na
se]lubiese4~xad
o veren
~u
cara. Sin embargo,
, ,~u.v:o
á bien re ponder á su
p.re–
gunta demasiado_
at~evida,
por medio
d~
una prec¡liccion
que debia demostrar su divinidad, y la cual sola valia por
todos los mas
gr~o,des
prodigios.
Des~ruid
.e te tem plo, les
dixo ( es
á
saber, aespties que lo hayais dest ruido, porque
es. un modo
d~
haqlaf comuñ tde
la
Esc,rirura
~er virse
del
imperativo para expresar l G> que ha de suéeder ): vosotros
lo destruiréis,
y
yo lo reedificaré en tres días. Era del
templo de su cue rpo del que Jesucristo hablaba: de aquel
templo tan sagrado que los.judíos 'habian. de ..echar
á
tie–
rra haciendo morir al. Mesías, y que el Mesías resucitan–
do tres dias despues por su propia. virtud, habia de le–
vantar. El milagro de su resurreccion, 'el cual solo de–
mostraba mas el soberano poder y la divinidad de Jesu–
<;risfo, que todos los lótros, era la
r~s.puesta
que daba or–
dinariamente á los que le preguoü1ban sob te") 1/ persona.
Ninguno de los asistentes comp'rendió
entoq\~~s
este mis–
terio : los mismos discípulos no lo entendjeron sino des–
pues que lo vieron cumplido. Los judíos creyeron que ha–
blaba del templo de Jerusalen, reedificado por Zorobabel,
y
que no se acabó de perfeccionar sino despues de cuarenta
y
seis años: esto e.s
lo
que hizo decir
á
los judíos: Cuaren–
ta
y
seis años se ha tá1'dado en edificar este
terrlpk> ~
zy
tú '
dices que en tres dias lo
reedificarás~
Habiendo el
.Salva,do~
permanecido en Jerusalen tbda
la
oe¡tav
1
a
dé Pascua, hizo 'qim¡:hos milagros, los que fue–
ron
~aÚ§íkq_,e
slie,
zjmclJ.a~. Iiers~n<! cr,ey~s,ep
en'
'él;
·entre
ótros
N¡cgdemus. Era )éste,- un
sena4pr, d~
la
ciudfid., Y1:1no
de los que
componia~
el1sanhedrin,
"ó
el grao consejo de
los judíos. Se
dice
.que. era sobrino de Gamaliel ., baxo el
cual san-Pablo habia hecho sus primeros estudios antes de
su conversion. Las ·instrucciones del Hijo de Dios,
y
sus
mi–
lagros lo hicieron·mliy célebre en Jerusaleo , No se hablaba
de él sino eón )admuación-: todos lo miraban cómo
á
un
~ran
profeta :
1
,éste
e~a
el sentimiento del P.úblico ;
pérb
1
el
Salvador, que conoc1a
á
fondo el coraion de los hombres
y
su inconstanda, contaba poco soqre oC:las
est
as demos::
t
aciqne}, ~ev4H~~~i~~ cJ~ , Vr~q~ra~\ou';~~bi.~n.~'o ' bi.en' ~ .g~u,e ·
la
; :nay:qr
par.~e 1d~ io~ qu~ ~<Adrnj~a~?1J ·fif:A$.~h
..
~Rªº··.
~rn1s.ent0ncas., pedirian su muertedeatEo
d;t;
pp~os. dj~~ ~
1\
11.esQ4