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DE, CUARESN¡A.

245

. h.a}j~J;jt

3

f.!

altgt;u~ 4,iJig~t

,Q,

a@or,re<;:~rá

a;l·

úno,

y

ªC11a rá

al..

qr¡w ;4 si

r~speta .á aq11~\

1

, d~sprecié\rá

á éste.

. · .El

e_v~.r.geli q

<;le la

1

m,i;Sa de este dia cuenta el zelo con

que el tfijR ..4.e

Dip~ , i:e¡pr~9~i<?

áfos qµe prof¡rnabci1 el

tem~

plo ~<!0-!1

sq ¡t;..rg{tc

,

or

arroj.óJJos qtJe h'!ciafi de él,, n mer–

cado. ,,. y uni uga de, c,amJ;>i

R_. .

·· .

.

1

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-<

~P

hé,tGLa

rnas -~ut;

tres

sF.

m.an

~_s ~ue

el

S(ttv..q.,dw,

ha~1a

1~mN~:taslo. á

da.i:se

~ c~n<J>cer

1 ;i.l pu

blico por sus

pr~d1ca:c,10-

ne

y,

su~

milagros, cuando a.cerc;ándose la

fies ~a

de Pascua,

que ei¡a la,mas solemne del ano,

-~e~ó) a ciu~eja .~r1 pafa ~;naunr,, dpnde moral?a algtJn

ti ~mpo

habia,

p1¡r?

~f

a ,J

e.ru

salen

á .~_el~brar

estc:i. fiesta. ,Bjeq popia Jesus,

omq

,s~pre­

mo l c:gjsla.doi;;

disp~nsar§e

d<t. esta,

l~y;;

p,e¡:9

m¡~riep~o, ~r:-sefüarnos aun rpas ,<;on su· exemplo , que on ,sµs pa1ábras,

.fue de los primeros que se

hallaron~

la solemnidad

1

ense–

ñándonos con esto lo que debemos hacer

no~oqp~-

Ggr;iq

el

.templo era siempr,e su primera

~stacion,

se fue

rá¡

1

~I;

,y

l;IaJ'

hiendo entrado, halló en el

m~s mo

lugc¡t r en _q9e.t l

p4~bt~

tenia su -costumbre de orar

y

a_dorar al Señ9r

v~ria.s me?~~

puesras para los cambiantes

y

mercaderes, queyyndianoue–

y es, carneros

y

palomas, que servian de víctim s ·para los

sacrificios. Los

s.,_c~rdotes teni~n

su lucro en

e~~e ~r~

..

~.cpj

y

por un vil·

y

.soez inte res t9le r,a_ban que se.t4 1.rrse

µq¡t

t~.rif!

.en un

luga~

tan'santo; cual era. el atrio

1

ext~.p9r

gel

~em.plo, donde el pueblo ar.aba

ordinariaine~te~

·

~( ~<:;r, .~-.~a}¡

vador una profanacion tan escandalosa de la cas4,de"l)ios,

se inflamó de un santo zelo

;.y

olvigán,dose {si

~S,

_permiti–

do hablar

qSÍ) de su

!llansF!dumbre

y

de ·su

1

r,aci_~µc;i~

en

es~

ta ocasion,

mostró.su

iQdig;n,aéio 1:¡1

Qontr~ _

qqµe¡Jfl

tn wa

sa~

crílega q,ue

q~shoqoi¡~qa ,el

mas

augu,s~P.

Y.

~;¡i s¡

an,to

t~n;i­

plo que ha,habido jamás en el m,undo: t a;nto

unp,ortrab~ ~ue

se supiese con qué severidad castigará lajusti9'a divina

á

los que no

ti~nen

el debido respeto á las cosas sahtas. Jun–

tó algunos c;ordeles que encontró en tierra, é hizo de·éllos

una especie de azote, que eq

?q~ell~

mano.

ca pa~

de hace.r

.temblar al cielo y

á

la tie-rra, pareció tan

te rribl~ ,

que lle–

d~

terror á los que profanaban la casa de Dios. Arrojó

de aquel lugar sagrado, primeramente

á

los mercaderes

de bueyes

y

de carneros, y despues á los cambiantes, cu·

yo dinero arrojó .por tierra , como tambien sus mesas y

b~nc9s.

Con mas blandura tratq

á

los que vendiaq palomas:

Tom. II.

Q

3