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366

DOMINGO

VEINTE

Y

TRES

NO TA.

<'En la carta que escribió San Policarpo

i

lüs fi1i pen–

"se~,

parece decir que San Pablo les

h z.i t) Ía

escr?to mu–

" chas

ca r ta ~ ;

pero

es constante que no les escribió sino

"ésra. Es muy comun en las mas de

las

len~ua~

llamar

"letras en plural

a

lo que no

es

sinó una carta.''

R E F L

E

X I O N E S.

Muchos tienen una conducta muy

diferente~

estos son los

que os decía yo muchas veces, y

lo

digo tambien ahora

llorando, que son enernigos de la cruz de Jesucristo

,

cuyo

fin es la última infelicidad.

Oe

quien

San

Pablo h¡,<.:e

aquí

un tan espantoso retrato, no es de los libQ:rtinos públi–

cos , de los impíos de profesion , de los enemigos del cris–

tianismo , habla de unos predicadores del evangelio ,

de

unas gentes, cuyo ayre devoto y tambien austero enga–

ñaba al público: de unos docrores de una moral muy se–

vera, los quales no contentos,

ó

pareciéndoles poco la

sublime perfeccion de la ley de Jesucristo,

y

la santa se–

veridad del evangelio, querian imponer un nuevo yugo

y

nuevas austeridades, sujetando Jos cristianos

a

la

mayor

parte de las .duras ceremonias

de

la ley antigua. Escanda–

lizábalos la libertad que ,habia dado el Salvador de co–

mer de todo género de manjares. Querian que

a

mas de

la observancia del santo dia del domingo se guardase

tambien el sábado,

y

otras muchas observancias legales.

Tal

ha sido en todo tiempo el carácter de todos los he–

reges,

y

tal será en todos los siglos venideros su genio

y

su verdadero retrato ; grandes predicadores de una se–

veridad desmedida baxo

un

exterior engañoso,

y

aparen.–

tanda en todo , su porte una devocion

y

piedad extraor–

dinarias.

i

Hubo jamas uno que no gritase contra la rela–

xacion verdadera

o

falsa de los

fieles~

i

l-;Iubo jamas uno

que comenzase reformándose

a

mismo~

Se reforma

el

vestido, porque esta aparente reforma da honor, deslum–

bra

a

los simples. Los arrianos gritaban contra Jos pre–

tendidos abusos que se habían introducido en la religion:

. los nestorianos contra la pretendida su persticion : los pela–

gianos contra los pretendidos errores del tiempo:

y

los lute-

.

ra-