DE QUA.RESMA.
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P R O P O S I T O S.
No hay. persona que no
~enga
su
c~uz.
Las espinas na–
cen en todas partes, son de todas las estaciones, crecen
en todos los terrenos,
y
nac~n
hasta en el trono. No hay
condidon , no ha
y
estado que no tenga sus cruces : los
grandes tienen las suyas,
y
no suelen ser las mén os pe–
sadas, aunque sean ménos visibles. Es una necedad bus–
car un abrigo contra todos los vientos y contra to das las
tempestades: i-que edad hay que no tenga sus.
molestias~
i
que fortuna que no tenga
sus
reveses
?
i
que condi–
cion que no tenga sus
disgustos~
i
que empleo que no ten·
ga sus cargas? Hay cruces dentro de casa, y las ha_y fue–
xa; y en defecto de unas
y
d~
otras, nuestro humor, nues·
tro genio , nuestra imaginacion , nuestro corazon son unos
fondos inagotables de cruces. Mira que cruz te inquieta
mas el dia de hoy; y resuélvete
á
hacer que te sirva de
materia de mérito.
i
Quieres hacerla ligera
?
Amala. Quan·
to mas esfuerzos hagas para sacudirla, tanto la sentirás
mas pesada. Ten enhorabuena el. secreto de descargarte
de ella; otra que -te inquiete mas, ocupará
~u
lugar. l,Quie–
res hacértela dulce y suave? observa los alivios siguien–
tes. r. Acepta de buena gana las cruces que pluguiere
á
Dios darte ,
y
no dexes de decirle todos los días en la
oracion - de por la mañana: divino Salvador mio, pues
para ser vuestro discípulo es necesario llevar tu cruz, yo
ac~pto
gustoso la que vos quereis que lleve; y os pido
que hagais que use de ella
á
honra y gloria vuestr·a ,
y
para prov-echo de mi alma.
2.
Quando tu amor propio
se
inquiete, y la amargura se derrame en el corazon , di–
rás con el Salva.dar:
i
Como no beberé el caliz que mi Pa•
dre me ha _dado?
3. Quando ·te suceda alguna pérdida, al–
·guna afliccion, algun motivo de pesar ; quando te d_en
alguna infausta noticia, di esta$ hermosas palabras de Job:
Si hemos recibido tos bienes de mano del Señor,
i
por qué
no recibirémos igualmente los males
?
2
Es tina accion de piedad muy santa
y
muy útil, no
solo aceptar todas nuestras tribulaciones en sathfaccion de
nuestros pecados; sino tambien pedir al confeso( que nos
imponga nuestras propias cruces en penitencia: como en-
Tom. 11.
.
D 3
.
tón-
'