DE
QUARESMA.
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recibiréi~
la coron.a que mi Padre
y yo os
hemos prepa- -
rado
desde
Ja
eternidad.
La súplica
que acababa de hacer
la madre de los dos discípulos , causó algunos
zelos,
y
aun .alguna indignacion en los otros diez que se hallaban
presentes :
lo
que obligó al Salvador
á
darles esta bella
leccion de humildad, tan opuesta al espíritu del mundo,
en que les declara, que el medio -para llegar
á
ocupar el
primer puesto en el cielo , es tomar el
ultimo
lugar en la
tierra ;
y
si se quiere ser mas grande que los otros , es pre–
ciso
hacerse -servidor de ellos,
y
mas pequeño que ellos.
En esto debeis poner vuestros puntos, ésta debe ser vues–
tra ánsia
y
vuestra pasion: tomad exemplo de mí , aña–
dió: yo debo ser vuestro modélo: yo no he venido para
ser servido , sino para servir á los otros ,
y
para dar la
vida
á
aquellos mismos que me darán la muerte.
La oracion dt la misa- de ette dia es la siguiente,.
P
ópulum tuum
,
qucesumus Dó–
mine
,
propliius réspice
:
S
quo1 ab e1cis earnálibu1 prce–
tlpis abstinére
'
a
nóxiis quo–
que vitiis cessare concéde. Per
Dóminum nostrum
,
Se.
Señor , mirar
á
vuestro pueblo
con benignidad;
y
haz que se en–
mienden de sus vicios los que
mandas
se
abstengan de comer de
carne. Por nuestro señor Jesu–
cristo,
&c.
,/
La épfttola er
Jet
cap.
13.
del libro de
Ester.
In
diebus
illis:
Oravit Mar-
En a9uelos dias oró Mardoqueo
dóch~us
ad Dóminum
,
dicens:
al Senor , diciendo : Señor : Se–
Dómine, Dómine, Rex omni-
ñor, rey omnipotente ,_ porque
po.l eus
'
in
ditione enim _tua
todas· las cosas es táh e¡;l
tu
po–
cuncta sunt pósita,
S
non est
testad , y no hay
quien
pueda
~u.i
póuit
tu~
resistere volun-
resistir
á
tu
voluntad , si de–
tati,
si decr'éveris salváre
Is-
terminas salvar
á
Israel.
Tú hi–
rael. Tu
feclsti ca:/um
S
ter-
ciste el cielo,
y
la tierra, y quan–
ram
'
e
quidquid
c~li
ámbitu
to
se encierra en el ámbito del
continetur. Dóminus ómnium
cie~o.
Tú
ere~
Señor de todos,
es,
nec est
qui
resistat mrtjes-
y
no hay quien resista
á
tu
ma–
tati tute. Et nunc
Dómin~
Rex
gestad.
Ahora , pues,
Señor, Rey,
D eu1
Abraham miserere
pd-
Dios de Abra han, ten misericor–
pu/i
tui:
quia volunt nqs
ini-
dia de
~u·
pueblo , porque nues–
mfri
no.rtri
pérdere
'
e
hcere-
tros enemi gos nos quieren
per–
llltátem tuam aélere Ne despt-
der ,
y
destruir
tu
heredad, No
cias
des-
'