DE
QUARESMA.
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puso
la oracion que la
Iglesia ha escogido
para
que
sir–
viera de epístola en la misa de este dia:
Señor Dios,
rzy
omnipotente, todas las cosas estan sujetas
á
tu
poder
,
y
nadie puede resistir
á
tu
voluntad,
si has resuelto salvar
á Israel;
á
pesar
del
poder de
nue~tros
enemigos
y
de las
medidas que han podido tomar para perdernos, nos bur–
larémos de todos sus proyectos,
y
les
saldrán inútiles
to–
dos sus de ignios. La rey na E ·ter por su parte se encer–
ró, se vistió de luto , se cubrió de ceniza, pasó los tres
dias en un ayuno continuado,
y
maceró sus carnes con
un cilicio. Despues de lo q al, adornándose con cuidado,
se
fue
á
presentar delante del
rey,
que
estaba sentado en
su
trono; pero debilitada con el ayuno ,
y
dtslumbrada
con
el
resplandor que despedia de sí un prínc.ipe lleno de
oro
y
de piedras preciosas ., asustada con el pensamiento
de la l ibertad que se babia tomado de
pre ~tntarse
ante el .
rey sin ser llamada, atín no bien lo babia vi to, quando
sobrecogida de la magestad de un príncipe, cuya sola vis–
ta inspiraba terror ,
cayó
desmayad<.
El
rey asustado
y
enternecido de
este
accidente,
baxó de su
trono,
la sos–
tuvo en sus brazos basca que se htibo recobrado un poco,
la
dió
mil
seguridades,
y
hariéndola tocar la extrtmidad
de su cetro, la dixo:
i
Que temes, querida
Ester?
La
lzy
que prohibe á todos corni,rreccr
delante de
mi
sin ser lla-.
tnndos, no
habla
contigo.
Lo dt mas de Ja historia es bas-.
tante notorio para que nos detengamos en referir lo. Amán
fué
col~ado
en la mi5ma horca que babia
hecho
levantar
para Mardoqueo en el patio de ...
~.u
casa. El edicto que
condenaha
á muerte
á
todos los judíos.
~e
anuló
por
un
nuevo
edicto, que les concedió tambien grandes privile–
gios en todo
el imperio.
Mardoqueo
fué hecho mayordo–
mo mayor
de
palacio ,
y
creado
la segunda
persona
del
imperio.
El
evangelio de
la
misa del dia contiene la predic–
cion
que.
el
~alvador
hizo
á
sus
apóstoles de .su pasion
y
muerte ,
y
de todas las circunstancias aun las mas humi–
llante ~
de que debia ser acompañada.
Habiéndo
pue to eo camino Jesucristo para
ir
á
Je–
ru
a
1
en
á
ctlebr r su
t'1ltima
pa.
cua o ho
ú
diez
dia 4n–
tes
de la
fi
sta , como e taba acompañado de una gran
mulcitud
de gente, tomó
á
parte
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~~óstoles,
y
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bló
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