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QUARTO V iERNES
chf! S
veces en
su
casa.
Luego .que se advirtió ser de
ries–
go
la
enfermedad ,. las dos
hermanas enviát on
un pr opio
á
J
sus
~co n
estas dos pala bras: Señor ,
mira
que el
que
amas
está
enfermo:
E t ce quem amas infirmátur.
Ninguna
cosa
mas
send lla
ni
mas modesta que esta oracion. Dios
no pi Je
ni suülczas , ni eloqüencia,
ni
cumplimientos: uria
humil de
exposidon
de nuestras necesidades, ua sentimit.m–
to de amor ·vivo
y
ardiente,,
una
entera
confianza bastan
p~ra
su magestad. Ft:1é como si dixeran , dice San Agus–
tin , bas ta, Señor , que vos sepais que nuestro hermano
está enfermo, porque amándolo como lo amais, n0 lo
abandonar€is :·
S ufficit
ut nóvet:is, non enim
amas,
&
dé–
ser is.
El Salvador se hallaba
entónces
en Betania, al otro
lado
dd
Jordan, cerca de
tres
jornadas de
Bet.ania. .
Ha–
biendo leido Ja ca-rta, les respondió : que aquella enfer–
m <.>dad
l'IO
se
les llevaria
á
su hermano.,
y
que
serviria
p ara glor ia
de
Dios; pues da.ria ocasion al Mesías para
probar
su
divinidad con
Nn
estupe1i1do-
mil~gro.
Añade
el .
evangelhta, que J.Warta,María
y
Lázaro.,,su hermano,eran
amad.OS'
de Jesus. Este sagrado hist9riado,r nunca dexa de
seña!ar
en parücula-r
esta augHsta
prerogativa
en
todos
aquellos,
á
quienes 'honraba el Sa1vador con una amistad
es
ped a l ::
en
efec to,
ninguna
de tanto honor,
ninguna
ca-
·lida<l '
oimgtm titulo mas
glorioso que. el de ser amado con
pa rrieulari dad ·de Jesucristo. Habiendo, pues,
sabido
el
Salvador
q.ueLázaro, estaba
enfe rmo,
se
detuvo
aún dos
dias en €1 mismo lugar. J esus. sabe la extremidad en
que
está
L.á ~a ro· ,
lo ama,
y
difiere
no obstante dos días
en-
te os e
i
fr
·á
soco-rrerlo.
Alg11nas
veces parece está sordo
Dios
,:t
ru1e~t r os
votos,
y
que se olvida de los males q,ue
p~1 dec1· m·os.
No descoafiemos
por
est:o de
su
amor:
sabe
el t i€mp<:f e'n que con.viene socorrernos ,
y
si d ifiere el ha–
ce rl o- ,
es
pai:a da r.aos pruebas mas sensibles de su bon–
dad.
JJ ·
xa
modr
á Lázaro , ·dice San Crisóstomo ,
y
no
~
11 ga
á
Betania hast a quatro dias despues de estar
eh–
ter raJo ;
para que
de
este modo fuese mas incontestable
el
m i l a~ro.
.
/
·p-
sados
dps
dias , di"o á
sus discípulos: volvamos otra
vez~
a
Judea. Esta
re c; olucion:
los sorpreheodió;
y
·dicién–
dok ell os : Maestro, no ha mas que
un
mes que los de
J udea
te
querian apedrear en el templo de
J
erusalen
el
dia