DE QUARESMA.
bus
quántum
v olébant . Ut au–
tem
impléti
sunt dixit discipu–
lis suis: cotlígite
qu~
supera–
v érunt fragménta
,
ne péreant.
Collegérunt ergo,
8
implevé–
rt~nt
duódecim cóphinos f rag–
mentorum,
ex
quinque
páni –
bus hordeáceis,
qu~
superfúe–
runt his, qui mandacá·verant.
llle ergo hómines, cum vidl.r–
sent quod Jesus fécerat .rignum,
dicébant
:
quia hic est vere
·
prophéta,
qui v 1mturus est in
mundum. Jesus ergo cum cog–
nóvisset quia
·venturi
euent
ut ráperent eum,
&
fácerent
eum regem, f úgit lterum in
montem ipse solus.
ron. Y luego
que
se
saciá ron ,
di–
xo
á
sus discí pulos: recoged los
pedazos· que han sobrado para
que no se pierdan. Recogi éron los,
pues,
y
11enáron doce canas tos
de
pedazos de los cinco panes de ce–
bada, que sobráron
á
los que
ha–
bian comido. Viendo, pues, aque–
llos hombres el milagro que Je–
sus había hecho, decian: éste sí
que es
verdad~ramente
d
pro–
feta que ha de venir al mundo.
Jesus, pues·, conociendo que ha–
bian de venir para cogerle ,
y
hacerle rey,
huyó
segunda vez
al
monte
él
solo.
MEDITA CI'O.N·
De
los medios que tenernos
todos para obrar nuestra
salvacion.
P U N T O P R 1M E R O.
Considera, qoe uno ele los mas crueles suplicios , que
uno de los tormentos mas terribles de los condenados,
es
la memoria viva
y
eterna
~
es la representacion clara
y
ci,rcunstanciada de los medios seguros y fáciles que tu–
viéron de obrar su salvacíon. Yo pude hacerme santo , Dios
lo quería,
y
no lo soy porque no quise. Comprehende toda
la fuerza de este convencimiento; pero concibe toda la
amargura que encierra.
No hay una criatura, que
to~ada
en sí
rn~sm~,
no
no~
p rovea de algun medio para conocer y amar a D10s ;
y
si
alguna nos sirve de embarazo, es .por el abuso que ha–
cemos de ella. Los bienes y los males de esta vida, los mis–
mos castigos de que Dios se sirve para castigar nuestras
infidelidades, todo puede servir para nuestra salvacion.
Las riquezas son como la moneda con que se puede
comprar el cielo
por medios
de las limosnas la pobreza es
·
un