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DE QUARESMA.

2 35

materia de salvacion. Se

vive en

pecado sin la

menor

pesadumbre ;

¡y

hubo jamas

servidum~se

mas

fu nesta!

Nos abandonamos,

nos sacrificamos c,omo una infeli z

víc–

tima al

furor

de

las pas iones,

y

á

los

caprichos

impe–

rio ,os

del mundo: ¡y

puede haber cautiverio

mas

du–

ro! T ristes esclavos de tanto

y

tan diversos ti ranos: vo–

sotro

gemís en secreto,

y

solo os mostra is

a leg res

y

di–

chmos en

qu anto podeis

ocultarnos la

ama rgura

de

vuestros

pesares .,

lo agudo

de

vuestros

remordimientos ,

y

la abun-

.d ncia de

vuestras. lágrimas; pero nunca

podréis

robarnos

la

vLta

del

lastimo ' º estado

en

que gemís. D¿spues de

ha–

ber sido

el

juguete de

las

pasiones, se vienen en fin

á

ser ·

fa víctima de estos monstruos.

i.

Vivis

en pecado

?

Sois el

b! ·-nco .de todos

los

di

sgm.to~

.

i

V1vis en desgracia

del

Se–

ñor?

i

Quien puede

calmar tantos

justos terrores

como os

asa

1

tan

?

i

Que

cosa

puede

defenderos de

tan

fun estos ac–

cidentes como

º"

amenazan?

i

Quien puede suavizar

el

rigor

de tantos

crueles sobresaltos?

i

Que

dia

hay sereno en

el servicio dt·l

mundo?

i

Que reposo baxo del yugo de un

tal

tirano?

i.

Hubo jamas

cautiverio mas

in oportab

e

que

el

que

sufre , el

que

pasa

sus

dias.

en

el

servicio del

m undo

~

i

Que

dependencia

mas universal'?

i:

Que suje–

cion mas

incómoda~

i

Que viol encia

mas

se r vil~

E s

pr t ciso

soportar

:i

unos, cont

mporizar

con otros .,.

y

depender

de

todos.

Tantos amos como compañeros ;

y

en estos com–

pañeros

de l'a

misma calidad ,

de

la

misma edad .,

j

que

dif-: r encia

de humores! Por mas capr ic hosos

que

sean ,

por

mas ridículos,

por

mas

in

oportab l

s ,

es preciso sufri rlos: .

¡Quanras.

mole

cías

hay

que traga r

r

¡quantos

sinsabores que

di

imular

!

i quanros

motivos

justos

para desconfiar

unos de ;

otros!

Por

mas que las .gentes del mundo disimulen,

por

mas que los libertinos.

aparenten,

es <l ema iado gro

ero·

el

artificio para

que·

no· se

conozca.

Las

pes

<lumbre

y

tedios

s~·

asoman

á

la e ra en medio

de

sus fin gida 11 risas : sus. ca -

c .

..!nas

hacen

demasiado

mi

io

p.l ra

n

deciros

que-

son

es–

clavos

los

que

las

arra ' tran.

Compa rémo s.u

condicion.

tris–

te

y

servil con la dulce líber ad ,_ la

i

oc

ocia ,

Ja

calma

y

el

gozo puro, lleno

é

inalte rable

de

los

verdaderos

hijo.. de

Dios.

i

Y no se conocerán

j

ma

'1 ,

buen Dios , 1

dulzuras

inefables,

la

paz inalterable ,

el

placer

exqu isi to que

se

experimentan

en vuestro servicio,

y

que

no

se

pueden

ex-

pe.