DE
QUARESMA .
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Ismael, nacido de Agar,
é
I saac nacido de Sara: el pri–
mero,
que
era hijo
de
la
csclavi,
nació
segun
la
carne,
sin
que Dios lo
hu biese
promet ido : el ot ro,
~ue
era hijo
de
la muger libre, nació en virtud de. la promesa de Dios.
Todo
es ro,
dice el apóstol, no
es
otra cosa que un a alego–
ría, que baxo estas dos_mugeres nos representa las dos ali an·
zas, de las quales la una es la de los esclavos,
y
la
otra la
de las personas libres, A la muger libre, nuescra
madre,
figura de la Iglesia, es á quien se dixo por el
profera
lsa ía s:
alégrate estéril que no - pares, prorumpe en g ritos de
alegría
tú
que has estado tanto tiempo sin el con suelo
de
ser madre; porque ]a que estaba ab:rndonada
y
repud iada,
tiene mas hijos q
ue la que
tiene maridó. En
qmmw
á
no–
sotros, hermanos
mi.os, continúa el apóstol, debemos
es–
tar ciertos
qm~
somos los hijos de la promesa, como Isaac,
luego no somos los hijos de la esclava; esto es, de la sina–
goga, sino de Ja
muge r
libre; esto es , .de la Iglesia, que
es la esposa de Jesucristo , cuya
liberta4
nos adquirió este
Salvador con su muerte.
ismael nada tíene que lo distinga. A la verdad es hijo
de Abrah3n, na<;:ido segun el órJen na tural,
y ;
:
uoa rn u–
ger esclava , ]a qual fué
cmLel
tiempo echada
Lk
casa con
su h ijo, que
fué
despues padre de doce h ijos, de los qua–
les descienden los ismaelitas, los árabes , los
~arrace nos,
y
los otros pueblos que no tuviéron parte en las prome–
sas; pero
Isaac
había sido prometido
á
Abrahan ,
y
Dios
le babia dicho, que sería su verdadero heredero, en
fa–
vor del
qual
se
ex.ecutarian
las
promesas
que le habia he–
cho. Se ve con bastante claridad por tod'o esto, que en la
historia
de
estos dos
hijos hay
una alegoría
r;.1i ste r iosa ,
y
un
sentido místico
y
figurado:
los mi.smos
judíos
han re–
conocido, no solo en Ismael
y
en Isaac, sino tambien en
Agar
y
en Sara, la figura de los dos testamentos ó alian–
zas: Agar esclava no
puede ser madre del
h e1
edero, ni
pudo parir siuo esclavos; tambien es figura de la
sin~ go~
ga, cuyos hijos, es á saber, los judíos, estuv iérnn sujetos
servil mente
á
la
ley
y
á todas las ceremonias legales ;
y
así esra
ley
fué
dada,
y
como aparecida entre fuegos , true–
nos
y
relámp3 ~"~ ,
sírnbolos naturales del temor. El
após-
tol continúa l'
'iasta el .fin , siempre con el de-
signio dt: per"
·
1tas,
que la nueva alianza; esto
P
2
es,
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