DE QUARESMA.·
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mayor fervor y confianza , no es otro sino el haberle o
i–
do Dios las veces que lo ha llamado
á
su so'corro. Como si
dixera, dicen los padres , Señor , yo dirijo de
nuevo
á
vos
mis votos y mis plegarias con tanta mayor confianza, quan–
to hasta aquí en toda ocasion he experimentado 'los· efectos
de vuestra misericordia. Vuestros favores y ternuras pre–
cedentes son para ·mí como una prenda segura de que
me
haréis
los
mismos favores en lo por venir.
A
medida qne
Dios nos oye, dice San Agustin, aumenta en nosotros el
deseo de la oracion: jamas se pide .con mas confianza que
quando acabamos de ser oídos. Ponedme
á
cubierto de
la
malicia
y .
de los tiros agudos de mis enemigos , como
la
gallina pone á cubierto baxo de sus alas
·á
sus pollwellos
quando se dexa ver el ave de rapiña en el ayre;
y
defen–
dedme de su persecucion, como habeis defendido de
mil
accidentes la
niña
del ojo que _habeis cubierto con tantas
defensas,
y
cercaGlo de párpados
y
pestañas, como de unas
murallas:
Compadeceos, Señor,
á'
la vistá de mi inocencia,
y
atended
á
la
súplica que os hago.
No
niega David
que
sea
pecador: solo representa
á
Dios, que sabe todas las cosas,
quán
inocente se halla de los delitos que se le imputan,
y
por los quales se we perseguido. Yo vengo
á
vos,
ó
Dios mio,
en
la inoceacia
y
rectitud de mi corazon
á
re~
presentaros la justicia
de
mi proceder,
y
la calumnia con
que
se
me tizna. Yo no
he
hecho
mal
á nadie. Léjos
de
ser rebelde á mi
rey
,
vos , Señor,. sabeis lo que he hecho,
y
lo que estoy pronto
á
hacer contra los enemigos del esta–
do : sin embargo , se me trata como á
un
fadneroso co–
mo á
un
pérfido: hacedme justicia, soberano Juez,
no
me abandoneis.
·
La epístola de la misa de este dia contiene un ·pasage
de la historia del profeta Eliseo. En ella se refiere ·el mi–
l agro de la multiplicacion prodigiosa
.que
hizo
el
profet~
·de
un
poco de aceyte en favor de una viuda cargada de
deudas , el qual bastó para pagar
á
todos sus acreedores;
y
para que ella se mantuviera tambien con sus hijos. Es–
tando Eliseo en Samaria , vino
un
dia una viuda qtie habia
sido muger de uno de los profetas,
á
exponerle la
:infe–
licidad
á que se
hallaba
redticida despues de la ·muerte
de su
marido~
quien le habia
dexado.
pocos
b~enes
·
y
mú–
chas
deudas. Esta
pobre
rpuger
le
dixo,
que
·no
teniendo
con