DE QU
ARESM.J\.
¡07
de Jesucristo, amando á sus próximos como Dios nos ha
amado
á
nosotros : · los exhorta asímismo á arreglar sus
palabras ,
á
ser .agradecidos
á
los beneficios de Dios ,
y
á
vivir como hijos de la. 1uz.
Sed imitadores de Dios
,
les di–
~e,
como hijos muy amados.
El
model,o es muy perfecto, es
muy
excelente ; ' pero el consejo-, po-r no decir
el
precepto, ,
no sufre réplica. Jesucristo no os propone otro ménos ele–
vado,
ni
ménos
n-oble.
Sed perfectos,
dice este Señor/ ,
co–
mo vuestro Padre celesJial es perfecto
(
Matth.
5. ).
i
Qual
.debe ser la i.Bocencia ,
la
santidad , la perfeccion de
un
cris–
tiano con
un
modelo tan
grande~
Vosotros
ha
beis recibido
la gracia de hijos adoptiyos de Dim:, les dice San Pablo:
Dios gusta que le llameis vuestro padre: tened. , pues ,
la
ternura , la confianza, el recor:iocimiento que deben tener
unos hijos bien nacidos con un · padre tan bueno: imitad
su dulzura
y
su clemencia :
perdona~
á
vuestros herma–
nos , añade San Gerónimo , como él
os
ha perdonado
á
vo–
sotros,
y
tratadlos del mismo modo que
Dios os
ha trata–
do
a
vosotros. San Pablo no exhorta
á
los de Efeso
á
imi–
tar
aquella~
perfecciones de Djos inimitables , como su sa–
biduría infinita, su omnipotencia, &c. sino su
dulzu~a,
su ·
benegnidad, su
p~ciencia
en sufrir
á
los que
le
ofendan , su
misericordia sin límites,
y
su inclinacion
á
perdonar
y
,ha–
cer
bien
á los que mas
le
han ofendido.
i
Un corazon
bien
formado puede no rendirse á es te motivo?¿ Puede rehusar
se.;
.guir un exemplo
semejante~
CamiTJad con, espíritu de amor,
así como Jesucristo nos amó,y se entregó
á
sí mismo por no–
sotros en calidad de ofrenda
y
de víctima de un olor agrada–
ble
á
Dios.
Vuestras costumbres·, vuestras obras-;
y
toda
vuestra conducta deben ser una prueba efectiva de que ama is
i
Jesucristo, así como toda la vida
y
muerte de Jesucristo
es un testimoµio incofitestable de · lo mucho qoe el Señor
nos ama. Dios quiere que
Je
sirvamos con amor. No somos
hijos
de
la esclava para que sirvamos
á
Dios
por
temor:
somos hijos de la libre ,
y
por consiguiente debemos .aIIJar
á
Dios como los hijos aman á su -padre, temiendo mas:
~el
desagradarle, que
los
castigos á que nos hacemos deudq–
res
por-
haberle desagradado ;
Fornicátio autem
'·
&
O'fjmis
.
immzmdítia: nec nominetur
1
in
vabis•.
Jamas
se oyga
enúe
vosot os ni aun el nombre de . fornjcacion
ú
de qualquiet a
otra
impureza,
ni_eJ
de.avaricia ; .porque
lo
contrario'
es
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