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TERCER DOMINDO
salmo 24. Este salmo , como ya se dixo, es una afectuosa
oracion
de
un
·hombre extremaménte afrgido, que persegui·
do por
aquellos
mismos
á
quienes ha llenado de beneficios,
no halla consuelo en la amargura de su corazon sino
en so·
lo D ios, en quien pone toda·su confi anza. David persegui–
do vivamente por su hijo Absalon, implora la ayuda de Dios
en su afliccion ;
y
considerando sus males eomo justas
pe~
nas de sus pecados, entra en sentimientos muy grandes de
peni tencia. No hay pers.ona afligida á quien no convenga
este salmo,
especialmen~e
á
las
que·
se hallan combatidas de
t entaciones violentas :
Oculi mei semper ad Dóminum
,
quia
ipse evéllet de láqueo pede_s rneos.
Si
el
fuego de la
perse·
cucion se encendiere contra mí cada dia mas,
~i
mis enemi·
gos hicieren lo mayotes esfuerzos para perderme, mis ojos
estarán siempre puestos en el Señor, en la firme confianza ·.
de
que me librará de los lazos de mis enemigos ,
y
que con
tal que yo no pierda jamas de vista este punto fixo del cielo,
·est_e ast ro benéfico
~ue
gobierna todo el universo, no tengo
que temer
ningun naufragio:
Réspice in me
&
miserere mei,
t¡t~óniam
úri icus
&
páuper sum ego.
Pero en vano, Dios mio,
tendria
yo
fixos en vos los ojos
y
el corazon
si vos
no los
pusiérais en. mí: no ateedais,
ó
Dios de misericor,dia , á la
muchedumbre
y
enormidad de mis pecados :.. dignaos mi–
rarme con ojos propicios: por lo mismo que me
hall~
des–
tituido de todo socorro, espero ser el objeto de vuestra com–
pasion. No encuentro sino infidelidad en mis mayores ami–
gos,
é
ingratitud
en aquellos
á
quienes mas
beneficios
he
hecho : no observo sino simulacion
y
mala fe en los hom- ,
bres. Miéntras la fortuna se me ha mostrado risueña, mién–
tras he estado en la prosperidad, me he visto rodeado de
lisonjeros
y
de cortesanos ; pero lo mismo ha sido verme
desgraciado ,
que hallarme solo
y
abandonado. Vos solo,
Dios mio, sois todo mi consuelo, mi apo"yo
y
mi
forta le–
za:
Ad te Dómine levávi ánimam meam:
en
nin ~una
cosa
hallo alivio sino en vuestra bondad
y
en vuestra misericor·–
-dia
;·y
así no ceso de levantar mi corazon háci a vos. e_n gu
fea
únicamenté
tengo mi
confLurza_:
In te confído, non erubés –
cam:
no padezca
yo,
Dios
mio ~
la confusíon de verme ában–
donado de vos.
La t> pístola de este dia es
una
exhortacion que hace San
Pablo
·á
los de Efeso para que sean imitadores de
Dios
y
-
de