NOVI.EMBRE. DIA l.
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,, mo una
pimtura
que nos tepresenta la congregacion de
,, los
Santos
en la
gloria."
R
0
E FLEXIONES.
V
I despues una gran ·muchedumbre
, ·
que ninguno podía
numerar, compues-ta de tedas las naciones, de todas
las. tribus, de todos los pueblos,
y
de todas las lenguas.
Quánto n'©'S debe ·consolar esta universalidad y esta mul–
titud d'e Santos! No hay incentivo mayor para animat
nuestro aliento, para avigorar nuestra confianza , para
merecer nuestra fidelidad. Sin hablar ahora de mas de
diez y siete millones de má.ttires '
a
quienes les pareció
bacian poco
ó
nada en derramar su sangre ,
y
en dar
la
vid<D por. sal'var
SU$
almas: quién podrá contar el -núme–
ro sin número de Santos de todas edades , de todos sexos
y
de todo género de estados que viviéron perpetuamente
entregados
a
la práctica de todas las virtudes,
y a
los
penosos exercicios de la mas rígida , de la mas severa
penitencia~
Et tu non póteris quod isti
&
ístte
~
Motivo
justo para estimular
nu~stro
pundonor
a
vista de aque–
llos héroes christiaoos,
y
para decirnos
a
nosotros mis–
mos, llenos de aquella confianza que inspira en los cora–
zones la gracia, por qué no podré yo hacer para me–
recer el cielo lo mismo que hiciéron aquellas personas tan
ilustres por su nacimiento, tan distinguidas por su dig–
nidad, tan ocupadas por las obligaciones de su min iste–
rio~
Aquellas jóvenes personas de todos sexos
y
de to–
das condiciones en la flor de su edad ,
ó
aquellas otras
ancianas en lo mas abanzado de su venerable
senectud~
Acaso tuviéron ellas mayor interes en ser santas que el
que tendrémos nosotros
?
Por ventura tendréinos nosotros
ménos razones que tu viéron ellos para no
perdernos ·~
Mu–
chos de ellos, cbrricndo por sus venas Ja mas ilustre san–
gre, renunciáron generosamente todas las ventajosas es'."
petanzas de su alto nacimiento: colmados de bienes de
fortuna, se reduxéron voluntariamente
a
la mas extre–
mada pobreza;
y
revestidos de las mas altas dignidades
del mundo , se fuéron
a
sepultar vivos en una profun–
da obscuridad. Quántas doncell as jovenes
y
tiernas, ador–
nadas con toda s las prendas , con todos los atractivos del
sexo' antepl:lsiéron el claustro
a
la engañosa libertad"
d~l
.
.
SI~