NOVIEMBRE. DTA l.
Si obHtus fúero tui Jerúsalem, oblivióni detur déxtera
mea.
Salm. 136.
01
vídeme yo de mi misma mano derecha si me
ol
vi–
dare jamas de
ti,
o
Jerusalen celestial.
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Ro
p
o )s I To s.
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N
o
hay edad, condicion' ni estado: no hay reyno,
provincia, pueblo ni aun familia donde
no
haya
habido algunos Santbs.; Pon los ojos en aquellos que
lo
fuéron dentro de
tu
estado, y sírvante de modelos:
En
esta misteriosa variedad de bienaventurados respl andece
la providencia de nuestro Dios, igualmente amable que
adorable. Formó Santos de todas especies
y
d~
todas con–
diciones, no solo para que ninguño pudiese justamente
imputar
a
su profesion la relaxacion de su vida' sino pa–
ra que no hubiese siquiera uno
a
quien su misma profesion
no presentase un
vivo
retrato de la virtud y de la san–
t idad que es propia de ella: pues .que excusa podrás ale–
gar para no ser santo? No te contentes con admirar, con
aplaudir ni con honrar
a
los Santos; resuélvete
a
imitar
sus exemplos. No dexes de leer
o
de hacer que se lea de–
lante de toda la familia la vida del Santo que celebra
la
Iglesia en aquel
dia,
pues en todas hallarás asunto
et
la edificacion, y materia para el exemplo. Con este espí-
'
r itu has de leer en sus vidas, en la inteligencia de que el
exemplo es el que hace mas impresion en los corazones.
No pares la a:tencion en lo maravilloso, sino en lo prac–
tico : esto fué lo que
a
ellos los
J
hizo santos, y esto es·
lo que mas contribuye
a
que tambien lo seamos nosotros.
2
A todos los Santos has de honrar hoy con mayor
devocion; pero particularmente y sobre todo
a
aquellos
que son ménos conocidos en el mundo, singularmente
a
los de tu condicion y tu famiiia, sin perder de vista los
amigos , domésticos
y
conocidos tuyos que tienen la di–
cha de gozar de Dios en el cielo. No se extingue en
él
la caridad, ántes se aviva y se enciende mas, por lo
que
te has de encomendar mas particularmente en su inter–
cesioa. Aunque
tú
ignoras su nombre , no ol vidáron ellos
el tuyo,
y
si te amáron quando vivían en' la tierra, es
mt.:–
cho mas puro
y
mas benéfico el amor que te profesan en
el cielo. Quando vivían entre nosotros, se -interesaban con
B
em-
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