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AÑO CHRlSTIANO.
cita por todo género de buenas obras de satisfacer
a
la
divina
j ~ sticia
por aquellas almas afligid4simas que están
gimiendo en
el
purgatorio al rigor de los mas dolorosos
tormentos.
La conmemo racion que hoy hace la Iglesia de todos
aquellos fiel es que muriéron dentro de su gremio; esto es,
en el seno de la
fe.
y
de la caridad de Jesu-Christo, no
es de la misma clase que la cbnmemoracion
o
fiesta que
solemniza en honor de aquellas almas bienaventuradas que
gozan actualmente de una inmutable felicidad en la man–
sion eterna de la gloria. La naturaleza es distinta, aun–
que el principio, como se acaba de decir,
no
es diferen-,,
te; siendo cierto, que el espíri tu y el objeto del culto es
el mismo aunque no sea una misma la ma teria.
En
todos
t iempos hizo oracion
l~
Iglesia por aquellos hijos suyos
que morian en su comunion;
de
manera, que sus oracio–
nes eran alabanzas
a
Dios
y
accion de gracias por aque–
llos mártires, cuya santa vida y preciosa muerte habían
sido ilustre testimonio de la fe de Jesu-Christo; pero al
mLmo tiempo eran tambien
~t'1plicas
y sufragios por los
que tenían necesidad de ellos. Habla Tertuliano de estas
dos especies de conmemoraciones , suponiéndolas de tra–
dicion apostólica. Oramos (dice·) y ofrecemos el divino
sacrificio en el
dia
del nacimiento de los Santos; esto
es,
en
el dia en qlJe triunfáron de
la.
~uerte,
y
naciéron al
cielo gloriosamente:
pro natalítiis annua die fácimus;
y
lo mismo practicamos en el aniversario de los fieles
di–
funtos , segun la venerable tradicion de los Padres ;
ex rna–
jórum traditióne
,
pro defúnC!is ánnua die fácimus,
que-
dando únicamente excluidos los eKcomulgados de estos
sufragios
y
de estas oraciones. Predicando San Gregorio
Nacianzeno la oracion fúnebre
ó
el panegírico de su her–
mano San Cesáreo , promete h:lcerle las honras todos los
años en el dia de su muerte :
ália quidem persólv imus,
ália vero dábimus anniversários honores'
&
.commemora–
tiones offérentes.
No
habia cosa mas comun en los fie les
de la primitiva Iglesia que honrar
a
los Santos , hacer or-a–
cion
a
Dios por los difunto ,
y
ofrecer el sacr ificio de la
- misa en reverencia de los nos,
y
por modo de su fr agio
para la libertad
ó
para alivio de los otros. Pero en esta ·
p iadosa costumbre de obligacion
y
de caridad se con–
.
ten-