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12

.AÑO CHRISTIANO.

siglo ,

y

prefiriéron el velo

a

las mas

ric~s

coronas del

universo

~

Era el cielo todo el objet<> de sus ánsias ,

y

consideraban precisas todas estas heróicas acciones aque–

llas grandes almas, siendo todo su dolor no poder ofrecer

a

su Dios mayores

y

mas generosos .sacrificios. No

fué

en ellos esta resolucion ni pusilanimidad, ni ·error , ni

falta de espíritu. Querian ser santos

el

todo trance ,

y

juzgáron debian pensar

y

decir con el Apóstol, que to-

, do quanto se puede hacer por Dios en este mundo,

te>–

das las íncomodidad·es del tiempo presente, todos los ri–

gores de Ja penitencia., todas las adversidades de

la -

vt–

da , 90 t ienen proporcion con aquella gloria que es la .

herencia de los Santos en el cielo,

y

que algun dia se–

rá tambien la nuestra si querémos ser santos

~orno

lo

fuéron ellos. Confesemos, pues, que los Santos obráron

cuerdamente en hacer lo que hiciéron : confesemos que

léjos de parecerlos que habian hecho demas iado , nin–

guno de ellos dexaria de desear en la hora de la muer-–

te haber hecho mucho mas: confesemos, en fin, que

solo hiciéron lo que debian hacer ,

y

que no haciendo

nosotros lo mismo , nunca serémos santos.

1

Et

evangelio

e1

del cap.

5.

de San M at eo.

IN

illo témpor.e:

viuen:

Je-

sus t urbas, ascéndit inmon–

tem,

e3

cum sedisset, accessé–

r unt ad wm discipuli ejus,

&

apériens os suum docébat eo.r,

dicens: B edti páupere.r spiritu:

quónidrn ipsorum est regnum cce–

Jorum. Beáti mires: quónidm ip–

si possidébunt terram. Beáti qui

Jugent: quónidm ipsi cfmsola–

;~imt ur:

Beáti qui esúriunt

C,1

sítiunt justitiam: quóniam ipsi

saturabúntur. Beáti misericór–

de.r

:

quónidm ipsi misericór–

d iam consequéntur. Beati m1Jn–

do carde: quónidm ipsi Deum

tpi débun t . B eati pacífici: quó-

-'tiidm

fiiii

Dei vocabúntur. Beá–

ti

E

N aquel tiempo viendo Jesus

las turbas' subió

a

un mon- ·

te;

y

habiéndose sentado, se lle–

gáron

a

él sus discípulos.

y

abriendo su boca, los enseñaba,

diciendo: Bienaventurados los -

pobresde espíritu, porque de ellos

es el reyno de los cielos. Bien–

aventurados los mansos, porque

ellos poseerán la tierra. Bien–

aventurad0s los que lloran, por–

que ellos serán consolados. Bien–

aventurad.os

los que tienen ham–

bre

y

sed de la justicia, porque

ellos serán saciados. Bienaventu–

rados los misericordiosos , por–

que ellos conseguirán misericor–

dia. Bienaventurados los limpios

de