Table of Contents Table of Contents
Previous Page  126 / 550 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 126 / 550 Next Page
Page Background

.

'

102·

AÑO CHRIST!ANQ..

se muchos

de

que habiéndonos dicho tanto el Salvador so–

bre la infalibilidad de la oracion , sean

t~n

pocos los .que

son oidos ; pero'Do debieran admirarse mucho mas, si

or~n­

dose tan.mal, como .ordinariamente se ora, fueran mas efi–

caces nuestras

oraciones~

No acusemos, pues, al Señor, ni

de

que falta

a.

sus promesas·, ni de que escasea sus gracias:

nuestrOs torcidos fines, nuestra mala disposicion

y

nues–

tra -poca religíon aun en la misma ocasion, le fuerzan, por ·

decirlo así;

a

.que no nos -oyga. Quando nos presentamos

a

algun hombre para· pedirle un fa vor' se hace con sumi–

sion , con respeto, con decencia,

y

aun con la mayor hu–

mildad: solo quando no<> ponemos en

la

presencia de Dios

para pedir1e gracias y ..merc.edes,

J?.OS

dispensamos en estás

obligaciones esenciales.

A

la verdad, aquellas posturas mé–

nos respetuosas, prueba

clara

de nuestra delicadeza

U.de

nues–

tra

frialdad: aquella continua agitacion d e cuerpo

y

disi–

pacion de senfl dos: aquel disgustq, aquel tedio que suele

acompañar nuestras oraciones vocales , serán indicios de

un corazon humilde , religioso y lleno de Dios

~

Querémos

9ue

Dios nos oyga

al

mis~o

tiempo qu e no

nus

oimos

a

nosotros mismos. Honran

a

Dios

nues~ras

labios ;

pero

qué parte tendrá el corazon en unas oraciones que

rezan p t!ramente de memoria

y

por costumbr·e

~ D~be­

mos ser perseverantes en la oracio,n; pero no. en la cos–

tumbre de orar mal. Quiere Dios ser importunado; mas

por am.igos que

I<;>

hagan como

deben~

Pocos milagros

hizo Christo que ho los hubiese a tribuido

a

la fe de los

~uplicantes.

'N.ada piega

Dios

a_

una confianza firme

y

11

una humilde

devo~ion.

Cree firmemente , dice el

~alvac:for

, _que serás'.oido'

y

conseguirás infaliblemente lo

que pides. De dónde nace que sea tan

débil

nuestra confian–

za~

de-que somos muy tíbiós en su servicio. Como noso–

tros negamos

a

Dios lo

ql.le

nos

pide,.

no nos podemos per–

suadir .

a ,.que Dios nos . conceda lo que le suplicamos.

La

penitencia da Virtud

a

fa·

oracion :

el

espíritu de mortÚica–

cion la

añade vigor'

y

pierde

su

fuerza en una vida sen–

·sual

y

regalona.

Es exe.crable la oracfon del

que

se dispen-.

sa

en.la

ley,y

vive en pecado,

dice el Sabio.

Hay

oracio–

nes de devocíon ,

y

las hay de. obligacion : se puede uno

dispensar en Jas primeras, ·mas una

v~z

que las haga , no

las debe rezar con ménos respeto , coq ,menor fervor , ni

con

l .