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NOVIEMBRE. DIA

VI.

105

turas

indecentes,

pomposas

y

aseglaradas, que en la rea–

lidad escandalizan mucho.

Miéntra~

dura el oficio acuér–

date algunas ve.ces de que

~stás

haciendo

~n

acto d_e re–

ligion , y exerc1tando lo mismo que e;xerc1tan contmua–

mente los ángeles. No te recuestes ni te repantigues con

:ftoxedad , con oscitancia ni con

negligencia~,

Tus ojos no

anden vagueando por todas partes ,

y

-pronuncia las pa–

labras con atencion, con devocion ,

y

con regla. Pues ha–

ces el oficio de

áng~l,

imita sus virtudes

y

sus propie....

dades.

,

7

2

En las oraciones

y

en

el

oficio divino, quand0 son

de

obligacion,

hay

dos títulos

que

precisan

a

rezar con

devocion. Las distracciones voluntarias, la negligencia

y

la falta de

~espeto

muchas veces pueden

ser

faltas

mas

<]Ue

ligeras. En lo que .se reza

o

se canta de comunidaÓi

aún se requiere mas devocion

,~ porque

nunca se falta

á

Ja

atencion

y

al

respeto sin cierta especie

de

escándalo.

Pon siempre en

es~o

el mayor

cuidado.

Es defecto craso

y

de mal exemplo

el

hacerlo con oscitancia

ó

con

desi–

dia. Guárdate mucho de dexar

'a

los otros el cuidado de

responder: eso sería dexarlos tambien todo el mérito

y

todas las gracias. En los actos públicos de religion el si–

lencio es muy perjudicial al

alma.

Si

callas .,

tambien

Dios callará. Si no tienes parte en las oraciones, tampoco

la

tendrás en el mérito ni

el

premio de ellas. Cumple con

fervor una obligacion en que tanto interesas. Si entiendEs

el sentido de las oraciones

u

de

los salmos que ·rezas, ocú–

pate

en

él;

pero siempre con el espíritu

a

los pies de Jesu–

Christo. Si no entiendes Jo que pronuncias, haz in tencion

de decir

a

Dios lo que le dice la Iglesia en

aqudlo

·que

rezas

o

cantas. Une tambien tu intencion con las santas

disposiciones de todos aquellos en cuya compañía can–

tas

o

r zas ,

y

de esa manera entrarás

a

fa

parte en sus

mere .imientos. Pero sobre todo, une

tus

oraciones con

las que Christo .hizo

a

su Padre celestial quando estaba

en la tierra. Es devocion muy agradable al Señor,

muy

provechosa

a

los que la usan , acabar todas sus

uevoci~

nes con

alguna oracion por

los difuntos.

·

DIA