EXERCICIOS
Dici;;mbre. Salvador,
y
encantada de la belleza de este Esposo ce...
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stial, le habia consagrado su virginidad; y como ha..
bia
previsto todo lo que la podia suceder , estaba re–
suelta á no tener jamás otro Esposo que
á
Jesu-Chris–
to, au.nque hubiese de perder por ello todos sus bienes
y
la misma vida. Informada del designio de su madre,
la suplicó que no se precipitáse; la representó que era
todavía demasiado joven para pensar en casarse, que
la
alargáse todo lo posible el gusto que tenia de ser–
virla,
de cuidaJ." de su salud,y de estar en su compañia.
Es te discurso embelesó á la madre ,
y
aunque el pre–
tendido esposo instaba á toda hora por concluir un
~asamiento
que le era tan ventajoso, Eutíquia dila–
tó
s'u
conclusion por dar gusto
á
su hija. Entretanto
nuestra Santa no cesaba de suplicár al Seiíor,que em–
barazáse el designio de su madre. Fue oída su ora...
cion, pues molestada su madre de un fl.uxo de san–
gre que la atormentó por espacio de quatro años,
una enfermedad tan molesta lo suspendió todo ; de
modo, que mientras Eutíquia estuvo en
la
cama , no
se
habló
palabra del casamiento.
Como la fama
de
los milagros que se obraban con–
tínuamente en Catánia
en
el sepulcro de Santa Ague–
da, se extendió tanto por toda la Isla, que concurrían
á
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de todas partes, no solo los Christianos,sino tam...
.bieH
los paganos,
á
buscar socorro en sus enfermeda–
des; .como por otra parte todos los remedios que se
la habian aplicado
á
Eutíquia
en
los quatro aiíos, ha–
bían sido inútiles; afligida Santa Lucía de ver padecer
á
su madre tanto tiempo,
la
propuso que podian ir
las dos
á
Catánia , que tenia una gran confianza,
en
que por la intercesion de Santa Agueda recobraría la
salud.
La
enferma vino
bien
en ello,
y
entrambas
~1i-
c1e-