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EXERCICIOS
Diciembre. pre su pasion dominante. 5u mayor gusto eta oir
contar los combates y los triunfos de los Mártires,
cuyas aB:as eran la materia mas ordinaria de su lec–
tura; quando oía hablar de las maravillas de los Con..
fesores de Jesu-Christo,
ú
de las Vírgenes Christia–
nas , preguntaba luego, si habian sido Mártires.
La
habían dado por compañera una doncella jo–
ven llamada Julia , casi de su misma edad
y
de
sus mismas inclinaciones. Sus mas freqüentes con–
versaciones se reducían , por lo comun ,
á
hablar
de la gloria y dicha del martirio;
y
todas sus pe–
queñas disputas eran ·sobre la ambicion que cada
una tenia de morir por la fe.
Hacía Eulalia todos los di<l's. muchos progresos
en los caminos del Señor, quando lps Emperadores
Diocleciano y Max1miano movieron la mas cruél per–
secucion contra la Iglesia. Se publicó el ediB:o en
Mérida, la que todavía era entonces la capital de
toda la Lusitania ; en él se intimaba que todos los
pueblos' sin excepcion de edad' de sexo' ni prof
....-
sion, sacrificasen,
ú
ofreciesen incienso
á
los Dioses
del Imperio; que
es
lo mismo que decir, á los de–
monios
y
á
sus Idolos.
La
joven
Eulalia
tomó esta pu–
blicacion por una senal del combate,
á
que
era lla–
mada para dar pruebas de su fe; y aunque
á
la
s-azon
no tenia mas que doce anos' se sintió abrasada de un
deseo extraordinario del martirio. Su madre
lo
co-–
noció;
y
aunque no ignoraba su ardor por el marti–
rio,
pues su .hija la habia hablado de
él
muchas
ve–
ces ; pero la ternura de madre no
la
permitía dexar
que
la joven víB:ima
siguiese
los impulsos de
su
ze..
lo;
y
así
procuraba templar
el
ardor que admiraba en
.
Eu-