210
E
XERCICIO S
Diciembre. ello todos los artificios. Queriendo, pues, informar–
se de todos los que hacian profcsion del Christianís–
mo, hizo publicar un día de fiesta para los Paganos,
en el que mandó que todos los habitadores asistie-·
sen al sacrificio solemne que quería hacer
á
los Dio.
ses del Imperio. Habi€ndose publicado esta orden en
la Ciudad
y
en la Campana , se sobresaltaron los
padres de Eulalia,
y
observando
á
su hija de mas
cerca, aumentaron sus desvelos
y
sus cuidados para
tenerla escondida.
~Pero
qué pueden todas las indus–
trias humanas contra el Espíi;itu de
Dios~
No bien
hubo oído Eµlalia hablar del orden
y
del ediB:o del
Prefeéto, quando. buscó todos los medios para bur–
lar la vigilancia de su madre. Determinó huirse de
casa
y
presentarse al Tirano ;
y
habiendo confiado su
r-esolucion á su querida compañera Julia, ambas to...
maron la determinacion de escaparse .secretamente
de noche ,
y
de ir
á
la Ciudad , donde no dudaban
que habían de hallar el martirio. Habiendo tomado
con mucho secreto todas sus medidas·, salieron al
anochecer sin otra guia que el Espíritu de Dios ,
y
sin otro socorro que el ardor de su zelo. Se pusieron
enttaipbas en camino ,
y
marcharon con precipila–
cion ácia la Ciddad. Como Julia se adelantase en el
camino á su compañera, la dixo Eulalia con espíritu
de profecía : Anda todo lo apriesa que quieras , que
yo
moriré la primera..
Estas dos jóvenes heroínas Christianas anduvie–
ron toda la noche por caminos extraviados , tan lle–
nos de espinas
y
de pizarras, que la joven Eulalia
llegó con los pies desollados
y
chorreando sangre;
pero ni esto,
ni
el horror de las tinieblas de la no-
che