DEVOTO S.
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paña, era natural de Mérida, Ciudad célebre de la Dia
X.
Lusitania , que en las
division~s
posteriores ha sido
adjudicada con todo su territorio á Castilla
fa.
nueva
en Estremadura, y no
á
Portugal; aunque su Me-
trópoli Eclesiástica fue trasladada
á
Santiago de Ga-
licia. Vino al mundo esta Santa
á
fines del tercer si-
glo, habiendo querido Dios dar en ella el
exem~lo
mas insigne de la constancia y de la generosidad
christiana, en tiempo de la mas horrible persecucion
que experimentaron los Christianos.
Sus padres eran Christianos, y su piedad los dis–
tinguia todavía mas que su nobleza; y así tuvieron
gran cuidado de educarla en los principios de la Reli–
gion, y en los sentimientos mas perfeétos de la pie–
dad christiana ; tomó tan bien estas lecciones , que
desde la infancia dió
á
conocer bastantemente que
estaba destinada para el Cielo. Quizá no se vió ja–
más un natural mas dichoso, un espíritu mas sua–
ve ni mas dócil , un corazon mas noble , y unas in–
clinaciones mas christianas , que las que manifes–
tó
desde muy nifia. Se distinguia particularmente
_por su mansedumbre, por la gravedad de
~us
cos–
tumbres, por su pudor y por su modestia. No se vió
jamás cosa pueríl en la joven Eulalia. Desde su pri–
mera infancia la disgustaron todos los juegos , los
~anos
adornos, los pequeños placéres que los niños
buscan con ansia,
y
en que se saboréan en aquella
primera edad; los años siguientes todavía fueron mas
santos, como lo manifestó el voto de virginidad que
hizo á Dios, quando aún
no
habia conocido bien
el
precio
y
el mérito de esta virtud.
Se
puede decir que
el
deseo del martkio
fue
siem–
pre