EXERCICIOS
iciembre. dor Graciano, vino
á
ser su azote,
y
los precis6
á
con..
vertirse,
ó
á
vivir en paz
y
callar. Como en los sermo..
ne .-; que predicaba tan freqüentemente
á
su pueblo so–
br
~
los medios de salvarse cada uno en su estado , se
ap
1
icaba particularmente
á
exaltar la excelencia de la
vir;~inidad,
y
hacer conocer la dicha de lasVírgenes;
sus predicaciones produxeron muchos
y
pasmosos
efeél: s. Se vieron venir
á
Milán, no solo de lasCiuda..
des de Italia, sino tambien de la Mauritania , várias
doncellas
á
consagrar áDios su virginidad baxo su di..
leccion,
y
tomar el sagrado Velo de mano del Santo
Obispo. Los frutos de sus sermones fueron tan lexos.,
y
sus predicaciones eran tan eficáces, que las madres
encerraban us hijas, para que no asistieran
á
sus ins–
trucciones; lo que le hizo decir con gracia, que pues
las exhortaciones que hacía en Milán , producian
efeél:os tan. prodigiosos en las Provincias remota .;,
mi ntras que su pueblo era insensible
á
ellas, estaba
en ánimo de irá predicará las Provincias distantes,
á
fin de mover
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los de Milán. El buen efeB:o que pro–
ducian sus sermones, le obligó
á
recogerlos,
y
hacer
de llos un cuerpo q e dividió en tres libros, intitu–
lados
de las Vírgen s.
No había sino tres años que
era Obispo quando hizo esta coleccion;
y
pocos días
despues compuso
el
libro
de las Viudas,
que fue bien
pron.toseguido de un segundo tratado de la Virgi–
nidad, contra los que pretendían imputarle
á
delito
el que tantas gentes renunciasen al matrimonio.
Habiendose declarado Va1ente, Emperador de
Or iente, proteétor e la heregía Arriana, atraxo el
enojo de
Dios
sobre
sí,
y
sobre todos sus Estados.
Los Godos vinieron
á
arrojarse sobre él con un exér–
cito formidable; yendo en su socorro el Emperador
Gra-