SE.ño1t Nue.sTR.o.
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plo de
fq
.muchedumbre,
y
con falsos raciocinios,para
haceros entrar en él; otros ,haciendo obstentacion de
un
falso zelo,
y
deslumbrandoos con un ex ior enga.–
ñoso
y
mortificado, querrán estrechar t tlavÍ'a mas el
camino estrecho
,-y
hacer la salvacion mas difi cil de lo
que
es'
y
con esto acobardar
y
asustar
a
muchas gen–
tes, ligando cargas pesadas,
y
que no se pueden llevar,
y·
poniéndolas sobre las espaldas de los
OtfOS ,
y
a
las
que estos hipócritas no quieren ni aun arr imar el dedo.
Sin embargo, por mas disfrazados que es tén , los
cono~
· ceréis facilmente por sus obras : un árbol 1n alo no es
~apáz
de llevar fruto bueno. Sabed que no todos los
que me dicen, Señor, Señor, entrarán en el Rey no
de los Cielos.
Y
o no juzgaré
a
los hombres por su sis–
téma, sino por el mio; ni reconoceré por mios sino
a
los que hubieren hecho la yoluntad de mi Padre, vi–
viendo segun mis máximas
y
mi espíritu : el dia del
juicio quitará la
m~scarilla
a
todos estos falso s profetas,
a
todos estos hipócritas. Yo
~é,
que muchas personas
me dirán en aquel día : Señor, Señor, ¿no profetiza–
mos
nosotros en tu nombre? ¿No expelímos los demo–
nios en tu notnbre? ¿No predicamos con feliz suceso
en tu nombre? ¿No dirigimos con fruto, no enseña–
mos con admiracion? ¿No hicimos en tu nombre estu–
pendas conversiones, un gran número de buenas obras
y
de milagros?
Y
Yo les diré entonces abiertamente:
No_
os conocí jamás por mis verdaderos discípulo ;
apartaos de mí vosotros que hicisteis obras de iniqui–
dad, pues buscasteis vuestra gloria en vuestras mejores
acciones,
y
de ningun modo la gloria de mi Padre;pre–
dicasteis mas bien vuestra doéhina que la mía; con
vuestra conduéta desmentisteis la santidad de la moral
N2
que