DEVOTOS.
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mento tentlJ; sed
revéra.
corpits lhristi
manduca~'e,
DEL
CoRP.
&
ejus sánguinem b;be1·e.
Ea otra parte , dice el.
mismo Santo Doél:or, que nadie come esta car-
ne sin haberla adorado antes ,
y
que no solo
no
es pecado el adorarla , sino que sería peca-
do el no adorarla :
Non sotum non
peccamus ado-
rándo,
sedpeccamus non adorándo.
Porque en
fin
la
carne que el Salvador nos da
á
comer en la
Eucaristía , es la misma que tenia quando vivia
vi?iblemente entre posotros:
Quia in ipsa carr1e hic
ambuiávit,
&
ípsam carnem
nohis manducándam
ad salútem dedit.
De
donde , pues, viene , va di-
ciendo el mismo Padre, que habiendo dicho
Jesa-
Christo
que
su -carne es verdaderameqte comida,,
y
que el
que
no comiere su carne ,
y
po bebiere
su sangre , no tendrá yida en sí ;
mucho~
de sus
Di.sdpulos se
escandaliz~ron,
y
di~eron:
Dura es
esta proposicion ;
¿
y
quién
pu~qe oírla~
_DurµJ
esf
hic sermo,
&
quis,potest eum audlre?
El
mati~'º
de
su
escándalo
fue,
dice San .Agustin, porql}e
ea
t~ndie.ron d~
un mpdo carnal
,y
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m3:1 s_e[\tido lCJ.
que les-
deoi~
,el
Salyador ';
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aginarnp ,
pro~igu~
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Sa!lto ,.
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el
Señor darles
su
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