DEVOTOS.
447
comprehensible prodigio? <Pero hemos olvidado Io
DEL
CoRP.
que ha sufrido de los malos Christianos ,
y
del im-
pío furor de los bereges en este misterio de amor?
Máxim11m miracu/orum
lhriJti,
dice Santo
Tomás; es este el
mayor de todos los milagros
de
Jesu-Christo.
Mirácu/um
amóris,
dice San Cirilo:
es
el
milagro
de
su
amor para con los hombres.
Si
alguna co
a
fuera capáz de hacer vacilar mi fe
so–
bre
este misterio, dice un gran siervo
de
Dios, no
sería del infinito poder que Dios manifiesta en
él;
de lo que yo dudaria mas bien, sería del extrema–
do amor que nos muestra. <Cómo lo que es pan se
hace carne sin dexar
de
parecer pan
?
Cómo el
cuerpo de un hombre está
á
un mismo tiempo en
muchos lugares? <Cómo puede reducirse
á
un es–
pacio casi invisible?
A
todo esto no tengo que
responder, sino que Dios todo lo puede.
Pero si
se me pregunta: <cómo puede ser
que
Dios ame
á
una criatura tan flaca, tan imperfeéla , tan misera..
ble como el hombre ,
y
que
la
ame con pasion,
con
transporte,
y
que muestre para con
e1
hombre
unas
ansias que
un
hombre no tendria para con
otro hombre? confieso
que
á
esto no tengo que
responder,
y
que es esta una
~erdad
incomprehen–
sible
á
todo criado entendimiento. Esto hizo de–
cir
á
San Bernardo que el Sacramento del Altar es
el amor de los amores ; esto es, el efeéto del
ma~
yor amor que puede
imaginarse:
Sacramént11m
.Al1aris est
amor am8r11m.
¿Quién no quedará ató–
nito, exclama San
Cirilo, considerando que este
pan mudado, no en apariencia sino realmente, no
en .figura siuo en su naturah:za, se hace la propia
car-