Table of Contents Table of Contents
Previous Page  436 / 500 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 436 / 500 Next Page
Page Background

EXBRCICIOS

. II.

DoM.

corazon.

El

que

aborrece

á

su hermano se

da

á

mismo la muerte ;

el

ódio es por sí mismo matador

por inclinacion de aquel

á

quien aborrece. Es una

pasion que de su naturaleza tira

á

la destruccion de

su objeto. Por ocultos

y

disimulados que sean sus

deseos, la muerte de un enemigo le es siempre gra–

ta ,

y

sin buscarla , la desea. Esto es lo que hace de–

cir

á

San Gerónimo , que qualquiera que aborrece

á

otro , no dexa de ser homicida, aunque no use ni

de espada ni de veneno para darle la muerte:

Qui–

cúmque odit, étiamsi necdum gládiopercússerit, om·

nÍno

tamen

liomicÜ/a

est.

Y

vosotros sabeis, añade

San Juan , que ningun homicida tiene en sí la vida

eterna ; esto es, la vida de la gracia , que es como

la semilla de la bienaventuranza eterna.

In hoc cognóvimus charitátem Dei, quóniam

iJJe ánimam suam pro nobis pósuit:

¿

Quéreis cono–

cer si amais verdaderamente

á

vuestros hermanos,

prosigue el Santo,

y

si les teneis aquella caridad

christiana que nos está tan recomendada? J\ilirad si

estais en disposicion de dar vuestra vida por su sal–

vacion , como J esu-Christo dió la suya por salvar-.

nos.

Quóniam itle áni.._mam suam pro nobis pósuit,

&

nos debémtts profrátrihus ánimas pónere:

Tam–

bien nosotros debemos dar nuestra vida por

nu~s­

tros hermanos. Esto es lo que hacen aún todos los

di

as los que pasan los mares,

y

van

á

ex.poner sus

vidas

á

los mayores peligros , para convertir

á

los

infieles

y

á

los hereges, renovando en estos últi–

mos tiempos aquella caridad christiana

de

los

pri–

meros siglos, que hacía decir

á

los paganos , ha–

blando de los primeros Christianos, segun cue nta

Ter-