DEVOTOS.
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DOMINGO
D entro
de
la 08ava
del
Santísimo
Sacramento,
y
segundo despues
de Pe;itecóstes.
E
Ste Domingo no es otra cosa ·que la conri–
nu:icion de la solemnidad del SantÍsimo Sa–
cramenco
~
y
de la celebridad del triunfo de
J
esu–
Cbristo en la Eucari stía. Toda la Oél:ava no es sino
una,
y
la misma fiesta,
ó
una fiesta solemne, que
dura ocho dias. Siendo por otra parte el santo dia
de Domingo siempre solemne , aumenta tambien
devocion
á
la celebridad de la fiesta.
El Intróito de la Misa del día es del Salmo diez
y
siete , el qual es un cántico de accion de gra–
cias , que David da
á
Dios, por haberle, sacado de
tantos peligros,
y
haberle puesto baxo su prorec–
cion, con la que no reme
Yi
á sus enemigos,
y
á
la que conoce debe todas las viél:orias que ha con–
seguido. Nosotros podeQ1os decir que toda nuestra
fortaleza está en
J
esu-Christo Sacramentado. En la
Eucaristía tenemos una barre'ra , que todo el in–
fierno no es capáz de forzar ja1nás. ¿Qué mas ilus–
tre
,
qué mas segura proreccion, que este divino
Salvador sobre nuestros altares? La Eucaristía es
nuestro apoyo, nuestro consuelo, nuestro refugio,
nu1;stro remedio en todos los peligros de esta vida.
Dd 3
Ani-