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EXERCICIOS
LA FrnsT
A
re
ges ; nadie ignora hasta qué exceso de impiedad
y
de infamia se ha dexado llevar su rabia diabólica
contra el cuerpo de
J
esu~Christo
sobre nuestros ·al..
tares. ¿Qué hemos hecho nosotros ,
ó
qué hacemos
para reparar estos impíos ultrages y estos horribles
sacrilegios? ¿Pero qué no ha sufrido , y qué no su·
fre aún todos Jos días este divino Salvador de tan..
tos indignos Fieles, que le tratan tan iadignamen..
te
?
¿Qué profanaciones en el lugar santo , qué
faf..
ta de respeto , qué de comuniones sacrílegas ,
y
qué
irreverencias mas monstruosas? A la verdad la Igle.
sia procura en este dia ,
y
durante toda
la
Oélava,
desagraviarle ,
y
reparar por medio de un culto
público tantas impías profanaciones; ¡pero qué po–
cos son los Christianos que entran en el espíritu de
la
Iglesia! i,qué pocos contribuyen
á
la pompa de
su triunfo! ¡qué pocos piensan en desagraviarle de
los menosprecios
y
de los insultos que ha recibido!
Buen Dios , ¡que no pueda yo reparar el dia de
hoy'
y
durante esta
oa~va'
todas las ignominias
que habeis recibido Vos en este adorable Sacramen–
to de vuestro amor ! ¡ Que no tenga yo tantos ca·
razones como estrelh.s hay en el Cielo y hombres
en la tierra , y en cada uno de estos corazones tan·
to amor
á
Vos, quanto os tienen todos los
Angele;
y
todos los Santos! Todavía sería poco esto para lo
que Vos mereceis
y
para lo que yo deseo. Celestia–
les Inteligencias; Angeles bienavenrnrados, que es·
tais al rededór de estos altares , yo os conjuro
á
que adoréis
y
ameis por mí
á
este Dios de amor,
y
-le digais que estoy- enfermo , así de pesar de que le
amo tan poco , como de deseo de amarle cada día
mas.