2f6
EXERCICIOS
LA
As'cFN-
comprehender todos los lucimientos de su
friunfo?
SION. •
Todo el Cielo le sale al encuentro, to_dos los Espí-–
ritus bienaventurados, todas las celestiales Inteli–
gencias, Angeles, 4rcangeles, Potestades, Queru–
bimes, Serafines;
y
todo-lo que compone
la
Corte
del
mismo Dios, sale
á
recibi·rle,
á
adorarle ,
á:
reco–
nocerle por su Rey , por ·su Soberano;
y
no· cesan
de exclamar: Señor , que has redimido con tu san–
gre
á
todos los hombres,
digno eres de tomar et Li–
hro
y
de abrir sus setlos; digno es
el
Cordero
,
á
quien han.dado la muerte), de recibir el poder, lá
divinidad, la sa-hid.uría, ta fortaleza, la
glor~a
y.
ta bendicion. A! que está sentado
m
et
trono
,
y
al
Cordero pertenece la
hendici.on, ta gloria
,y
el poder
por los siglos de los siglos.
Concibe, ·si puedes, to·
da la magnificencia , la pompa ,
fa
magestad. dél
triunfo de Jesu-Christo·en todo el mistíi:rio ·de est(';
dia. Confesémos que la. propiedad esenáal de la
gloria de Jesu-Christo es
s~r
incomprehensible.
¡Qué santo gozo no debe producir este misterio en
el corazon de un verdadero Christiano
!
· ·
•
1
e
PUNTO S.EGUNDO.
e-
Onsidera, que la gloriosa Ascension del Salva–
do~
á(los Cielos, no es solamente l:ln misterio
de admtracion , es itambien
UQ
misterio de aodort
y..
de imitacion. Jesu-Christo· dexa..la tierra,
y
nos
enseña con esto que el Cielo es nuestra única patria,
y que en la tierra solo estamos como en un lugar de
desti~rro.
Deben1os mirarnos Gqui como peregrinos,
como extrangeros.
Vue.&t~
que.J
esu-Christo,habien-
·'
I
do