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EXERCICIOS
J)QMINGO
fu~go
de la· persecucion
de
Saúl. Perseguido· fo1sta
D..Es:eutE.S
lo
sumo1p0Mtste' iniquo Rey, aquel religioso Prín·
cipe , se mantuvo siempre intrépido .enmedio de
los mayores:p_eligros., por su confianza en Dios,
y
por la seguridad que· tenia de que el Señor no podia
faltar
á
sus promesas:
Dómimu
i!Juminátio mea,
&
sálus, imea>, quem
1
t-iméh1J:?
1,El
Señor me ilumina
con sMs consejos , dice ,
V-@fa.
en mi conservacion,
<
á
quiénlténgb que
oomer
~
¿quién puede hacerme
daño
?
!Ninguna cosa
:con~iene
mejor á
Ja
Iglesia,
Ja
qual esfan<do todavía como en la cuna poco de-s–
pues dé1la
A.sa~nsim.n1
del Salvador, parecia haber–
lo
de temer todo de aquella-nube de enemigos que
,la
rodeaban ,
y
que cromo otras .tantas bestias
fem–
ces , paredan habérsela de tragar en su mismo na–
cimiento; pero habiendola prometido el Salvad0r
velar en todo tielllfo en
.su,c-0nscrv~cion
;, no tiene
~e
temer nada.
·
La
Epístola .de
Ja
Mi.sade este dfa se tomó
de
·Ja
primera Carta de San Pedro , donde este Santo
Apóst-ol ha€e
\ilO
admirable oont1pendio ·de las prin-
1cipales vir:tbdes ohfistjanas ; es una leccion práéti·
:ca para tQd<>s los
F~les
;
á
los
qm14!s
les da reglas
..det <ronduél:a,
y
les elillseña
á
·vivir segun el espíricu
tde
Jes111- Ghris~o
y
la~
máx1oms del Evangelio. Esta
instrucdon es propia por la drcQnstanda del tiem–
po. No teniendo
1ya
los Fieles visiblemente consigo
:á
su1buen Maestro;
y
no habiendo baxado todavía
sobre
eilos el .Espíritu Santo , suple la Iglesia por
los.dos con
lps
avisos espirituales que les de
pQr
me–
dio.deesta Epístola, en
Ia .qual
el Apóstol S. Pedro
exhorta ~~
totios los Fieles á que asen de precau-
.
cion~