A B R 1 L.
para acreditar en él uno de sus prodig,ios asombrosos la Di–
v.ina Providencia. Executóse en
fin
la sentencia , y estuvo
o ch.o dias pendiente del madero , sin que se atreviese al–
guno
á
baxarle de él, á virtud de la prohibicion que publi–
cáron los Moros.
· Llegó por este tie1npo su · compañero Fray
GuiHelmo
con la cantidad estipulada para el rescate de Pedro ; pe–
ro haviendo sabido el atentado que executáron los bár–
baros , lleno de pena , y sentimiento , pasó á ver el las–
timoso especticulo con algunos cautivos; y advirtiendo al
acercarse que no solo no despedia fetor algm1o el cadA–
ver d.espues de tanto tietnpo , sino una fragrancia celes–
tial, quedándose suspenso, anegado en tierno llanto, le ha–
bló An11engol desde la horca, 1nanifestándole: que la San–
tísima Vírgen le havia conservado la vida en aquella dis–
posicion para que publicase sus n1aravillas perpetuamente.
Y ordenándole que le baxase del cadalso , lo executó Flo–
rentino imnediatamenne con admiracion de los concurren–
tes, y de
ti
os os bárbaros, que ason1brados de tan estupen–
do prodigio, no pocos se convirtiéron
á
nuestra santa Fe.
Dispusiéron los dos an1ados compañeros dar la vuelta
para Barce ona , que ya sabedora del portento esperaba
'Ver con impaciencia al invicto Mártyr de
J
esu-Christo;
y
ha viendo llegado á ella , le recibiéron todos con in1-
ponderable gozo, acompañandole desde el puerto has–
ta dexade en su Convento , dando gracias al Señor por
sus maravillas. Deseaban los Religiosos saber de su boca
el suceso , pero no lo pudiéron
cons~guir
por n1as . rue–
gos ; hasta que mandándole el Prelado lo refiriese, no pu–
diendo resistirse á la obediencia, lo hizo humilde y n1odes–
tan1ente en estos térn1inos :
la Virgen María,
MZ~dre
de
Dios,
y
nt~:estra
,
pidió
á
su San,tísimo Hijo la conser·vacion
·!le mi vida,
y
conseguido este favor, la misma Soberana
Rey–
f!a me s_ostuvo con sus santÍsimai manos
,
para que con e1
peso del cuerpo no me ahogase el cordel de que estaba suspen–
so
;
y al decir estas palabras fuéron tales los
afecto~
de ·
dulzura que sintió su corazon,
que
se quedó arrebatado
en un
ad1nirable éxtasis.
M
a-