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ABRIL.
M E D 1 T A C I O N.
Del pecado de omision.
P U N T O P R I M E R O.
Consider~
que aquellas Vírgenes necias , desgraciadas,
repudiadas del Esposo , al fin eran Vírgenes, eran de cos ..
tumbres irreprehensibles , eran respetables por su conduc–
ta: 111aS para agradar
a
Dios es preciso llenar todos los
de–
beres de la justicia. N"o basta no hacer mal ; es necesario
hacer todo
el
bien que quiere
Dios
hagamos : omitir el
n1enor de estos deberes, ya es falta. Aquellas Vírgenes es–
taban aguardando al Esposo; havian hecho . algunos gastos
para hacerle un honrado recibimiento; mostrábanse bastan–
tetnenre a11sios, s , y solícit as de su venidJ. ; pero se des–
cuidaron en hacer las provisiones
á
tietn)
; tenian lampa..
ras,
nus
las faltaba el aceyte.
¡
Buen Dios
!
¡
Quántas al–
Inas estan ardieo
o
en el infierno por pecados de omision!
¡
Quántos padres, qnantas n1adres-estan condenadas por ha–
verse descniáado en la educacion de sus hijos , por no ha–
verlos reprehendido ,
y
castigado, dexándose llevar de una ·
blanda, y culpable condescendencia! ¡Qi.lántas personas cons–
tituidas en· dignidad arden ,
y
arderin eternamente por no
haver velado sobre sns súbditos ,
y
dependientes
!
A
la ver–
dad ellos
n~
cometiéron los pecados, pero no los impi–
diérón : ellos fuéron Íntegros , rectos , desinteresados ; pe–
ro no lo fuéron sus subalternos; supiéronlo ,
y
no lo
re~
1nediáron; pudiéronlo saber ,
y
quisi¿ron ignorarlo. Aque–
·lla tnatrona es tnodesta , es virtuosa , es exemplar; pero
si da demasiada liberta
1
á
su hija , si la disimula aquel n1o–
do de vestir de nasiadamcnte profano , aquel excesivo des-.
embarazo , aquel desahogo , que
ya
pasa de alegría ; si
la
permite asistir
á.
la co1nedia , al sarao nocturno , al juego,
al bayle ,
2
no se hará
t e l
de todos los
p~cados,
que co–
mete la hija,
y
del pecada que hay en
el
peligro en que
ella n1isn1a la n1ete
~
¡Buen
Dios
!
¡
Quántos aparecerin
en
vues-