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D 1A XXV JI,
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vuestra divina presencia cargados de deudas agenas!
Los
Príncipe~
,
y
los Soberanos tienen grandes,
y
es..
trechas cuentas que d.u·. ¡QJántos bien es
d~biéron
hacer!
¡
QJántas virtudes practicar ! ¡Con q 1ántas obligaciones de–
biéron cumplir ! ¡ Qnántos vicios emendar! ¡QJztntos des–
órdenes corregir ! (Si es gran pecado faltar
á
lo primero;
sed menor descuidarse en lo segundar
Los Prelados deben grandes exemplos
a
su Pueblo,
y
á
toda la Iglesia.
Q~1anto
mas los eleva su carácter, mas ele–
vados deben ser,
y
mas deben brillar por sus virtudes. La
solicitud pastoral debe ser su t'mica ,
y
total ocupacion. ¡Qué
cuenta tienen que dar de .su rebaño! ¡Q'lé vigilancia en guar–
dar de los lobos
i
sus ovejas ! ¡Qué aplicacion , qué des...
velo en desviarlas de pastos nocivos! El n1enor descuido,
la
menor omision en estos puntos es de terribles conseqüen..
cias :
y
omisiones que son de tan grandes conseqüencias,
¿serán pecados
veniales~
¡Mi
·Dios!
¡
Quántos que se imaginaban inocentes,
se
hallaran condenados p.o · estos pecados de omi.sion
!
Es cier–
to que no co11 etiéror aquello que les estaba prohibida co–
nleter; pero
tam~
oco practicáron aquello que les estaba
n1andado practicar.
15.
m:l siervo, de quien habla elEvan–
gelio,
119
perdió su talento; pero enterróle ,
y
escondió–
le:
en esto estuvo su delito.
¡
O
qué documento tan
im...
portante para nmchos!
PUNTb SEGUNDO.
Con~idera
que no siempre se despid·e
á
un criado por
delitos grandes,
y
atroces ;
án~es
por
lo
comun solo se le
despide,
y
con mucha razon, por perezoso, por haragan,
por descuidado, por omiso en el cumplimiento de sus obli–
gaciones. Toda la Filosofía Moral del Christianismo se fun-–
d~
·en estos dos principios, huir el mal,
y
hacer el bien.
A la verdad no te condenará Dios por haver usurpado
los
bienes agenos ,
ni
por haver cometido enonnes crímenes;
( pero diste mucha lit:nosna
~
2Socorriste
á
los pobres en
sus
necesidade&
~
2
Qué devociones
tnvist~
?
i
En qué
bu.enas
Ooo
obras