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A B R 1 L.
dito
que tenia'
hizo
a
los
Christianos
OlÚY
importantes
servicios : visitábalos por
el
.dia en las cárceles,
y
en los
calabozos , socorriendo sus necesidades ;
y
de noche salia
á
visitar,
y
á
consolar
á
los que estaban escondidos eA.
las
cavernas ,
y
entre los peñascos.
Teniendo .Paulino que hacer Qn viage
á
Ravena, qui·
so que su amigo Vidal le acon1pañase. Era en tiempo del
1nayor furor de
la
persecucion ,
y
pareciéndole que
su
presencia podia ser de tanto servido ,
y
consuelo
á
los
Christianos .de Ravena, cotno lo havia sido
.á
los de
Mi–
lán ,
consintió en 'la
~ornada.
Al entrar en la Ciudad tu–
vo tÍoticia de que un Christiano, Médico de profesion,
llamado
U
rsicino , á quien condacian
.al
suplicio, aten1o–
rizado con
-la
vista de los tonuentos, ·de las uñas de hierro,
y
dd ecu1eo , dtubeaba en la
Fé.
Parecióle que bavia lle–
gado la ocasion en que era preciso dedararse,
y
que te–
nia estrecha obligadon de
ir
f
alentar
á
aquel pobre Chris..
tiano,
á
quien el n1iedo de la n1uerte estaba ya para pre–
cipitar ·eh
la
n1as
in eliz apostasía. Encendido de zelo, dexa
al
Có11sul
arrebat cLunente , corre al
lugar del suplicio,
halla tnedio
enddo
á
Ursicino: rodeibaie una 'Caterva de
Paga
u
os., que
ya
casi
'le
tenian persuadido
.a
sacri~car
á
los ídolos. Rompe, atropella, hácese lugar Vida1 por nle-–
dio de
la
n1uchedumbre ,
y
co111ienza
.á
gritar
luego
que
pudo ser oido :
a
Qué es esto Ursiclno
~generoso
Confesor
d~
Christo.,
~.qué
es ·.e.st.o
~
aal fin del combate te
.acobardas~ ~
tie-–
nes la corona entre Jas manos
,
y
por un vano temor quieres
dexarla caer de
ellas~
a
has llegado, despues de tantos tra–
bajos
,
al fin de
tu ca-rrera
,
y
en el mismo instante que .vas
á
triunfar te
retiras~ ~Temes
media hora de tormentos,
1'
t't
vas
á
pre,ipitar en las llamas eternas que Jon todos los su...
plicios
~
Es posible
,
que quien .ha Jahido .dar la vlda cor–
poral á rantos, quhra él mismo irse por .su pie
á
la muer-.
te
eterna~
Vuelve
á
cmimar 'tu
fé
,
hermano mio
carÍJimo,
alienta ese pobre esp?ritu
,
y
lleno de confianza en la miseri–
cordia
d~
aquel Serior, por cuyo amor das la vida,
consum~
g r:n. ~roramente
tu sacrificio.
Fuéron tan eficaces estas pala–
bras , qnt: sin vacilar un punto Ursicino, confesó
a
Chris-
to