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A B R 1 L.

cuyas funciones dispensÓ por

lllUChOS

anos, venerado

CO..

1110 Padre ,

y

Santo Pastor de su Pueblo ,

á

quien snrtió con

los saludables pastos de celestial doctrina, sin on1itir 1nedio

alguno que pudiera contribuir al alivio de todas sus nece–

sidades;

y

urgencias, tanto espirituales , con1o tempora}es.

Ocurriéron ciertas controversi<tS entre el Obispo de Os–

n1a,

y

su Clero ;

y

como Prudencia brillaba en la singu–

lar gracia de tranquilizar discordias , llamado para estable–

cer la paz entre aquel Prelado ,

y

súbditos, pasó

á

Ostna,

anin1ado de aquel santo zelo, que sie1npre fué eltnóvil de

sus gloriosas acciones :

y

al acercarse

á

la Ciudad , sucedió

d

prodigio de tocarse las can1panas por sí, permanecien–

d-o en un tono festivo , hasta qne el Santo se postró ante

el Altar

á

hace-r oracion. Consiguióse el fin deseado por

1nedio de este Angel de paz; pero haviéndose retirado

á

des–

cansar al tercer dia de estancia en aquel Pueblo , despues

que satisfizo sus acostun1bradas devociones , · fué asaltado

de un tan grave accidente , que apénas pudo llamar

á

los

Clérigos que le ac011pañaban. Ocurriéron estos á la nove–

dad ,

y

viendo el peligro

er~

que estaba, le adn1inistráron

el Víatico.

eciblóle

el

Santo Prelado con tanta ternm:a,

y

devocion, que n1ovió

á

lágrin1as

á

todos los -circunstan–

tes ,

á

quienes n1anifestó el tiempo de su 1nuerte ;

y

pre–

guntándol~

su Arcediano Pelagio , ¿dónde elegia

sepultura~

como vivió siempre sujeto en todo á la voluntad de Dios,

le respondió :

Pelagio

,

mi Señor Jesu-Christo sabe dónde mi

cuerpo ha de ser sepultado, yo te ruego

,

y

mando que

pues–

to mi cuerpo snbre la mula en que he acostumbrado montar.,

h

des sepultura donde ella pare.

'

Murió en efecto

en

el dia ,

y

hora que predixo por

los años

8

50.

y

haviéndose suscitado discordia entre el Cle–

ro de Osma ,

y

el de Prudencia , sobre la retencion de

su venerable cadáver; para sosegar la contienda les ofrecí"'

Pelagio fuese de aquellos que le pudiesen n1over con fa–

cilidad. Agradó la proposicion

á

los de Osma ,

y

conducién–

dose en solen1ne procesion el féretro, tÍo

lo

pudiéron n1over

aunque insistiéron todo el discurso de un dia,

y

una noche

en .

el

empeño;

quediron convencidos por tan visible prue·

.

ba