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A BR 1 L.
de Pascua , se vuelve otra vez
á
n1eterse en las n1isn1as
ocasiones de pecar!
Adorable Salvador 111io , si huvieramos de juzgar de Vos
con1o juzgamos de los hon1bres , la salvacion de estos pe–
cadores relapsos seria desesperada.. V·erdad es, que tienen
n1as tuotivos para tetner, que para esperar, 1nas no por
eso se agotáron vuestras 1nisericordias : la misma san–
gre , que los lavó tantas otras veces puede tan1bien lavar–
los esta vez , porque igualn1ente corre por vuestras divi–
nas venas. Todo lo podeis,
¡
ó gran Dios! Quanto nlayo–
res , y tnas enonnes fueren nuestros pecados , n1ayor ,
y
mas gloriosa será la tnisericordia con que nos los perdo..
naréis. Conozco toda la _1nalicia de n1is culpables recaidas;
veo todas
las
funestas conseqüencias de .los pecados de re–
incidencia: no permitais , benigno .Salvador mio, que ten–
ga la desgracia de volver
á
caer en ellos.
J
A C U LA T O R I A S.
No pennitais , Se
10r ,
que los enemigos de
mi
salvacion
logren la satisfaccion de executar -los n1alignos intentos
·que tienen contra
111Í
(a).
No permitais,
que digan::
ya esta perdido,
ya
le
hemos
tragado (
b).
PRO
PO
SITO S.
1
La expedencia enseña ., que
á
una verdadera ·con–
version se sigue casi siempre un eterno divorcio con el
n1ismo pecado. Si sucede alguna vez , que se vuelva
á
caer
en el mismo infeliz e_stado de donde efectivamente se ha-·
via salido, nanea es de golpe ; porque es n1enester algun
ti-empo para borrar la n1e1noria de una contricion ainar–
ga.
No se comienza por los pecados graves , vanse poc<ll
á
poco dexando los exercicios espirituales ., con1érense n1il
pequeñas infidelidaJes
á
las divinas inspiraciones ,
y
se .va
d1s-
(a)
Non supergaudeant mihi, qu'i adv'ersan'tur mihi 'iniqur.
~salm.
34•
(b)
JVec dicant: devoravimus eum.
Psalm. 34·