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ABRIL.
Bien u conoce;
le dixo el Cónsul ,
por el desahogo con
qu~
has hablado en preuncia del Bmpe1ador
,
que
er~s
uno de loJ
pricipales Xefes de esta secta:
tu
confesion confirmará tu
in–
solencia
;
pero nuestro Augusto Príncipe
,
defensor de los Dio·
ses dd Imperio, sabrá vengarlos de tu impiedad.
Si
~la
impiedad ha de castigarse
,
respondió Jorge,
nos!
yo
que haya otra mas abominable, que la de atribuir
á
las
criaturas
,
aun á aquellas que son inanimadas, -los soberanoJ
títulos,
y
derechos proprios
,
y
peculiarer de
la
-di·vinidad.
No
ptted~
ha-ver maJ que un solo Di'7S
v~riadero
:
éste es aquel,
á
quien
y.?
sirvo,
y
ador'o. SÍ, Chr istian Jsoy,
y
de este
nom–
bre me glorio , no aspirando á mayar dicha
en esta vida,
que
á
darla,
d~rramando
toda mi
san~tte
p1r aquel Señ 'Jr de quien
1
J
recibí.
Enf:.uecidJ el Emperador al o ir este discmso,
y
t~mien:iu
q
1
Ie hi ciese
im :we~ion
en los ánimos de los cir...
cmstante3 , mandS q ·.t e al punto le cargasen
de
cadenas,
y
le encerra-,en en un cabbozo.
Halló en él 11"-le,tro fervoroso Santo abundante n1ate..
r·ia para satisfacer
el
ardiente deseo que tenia de padecer
por atnor de
Jes~t-Christo.
El
primer efecto de
la
cólera
del Tyrano fue nundarle atormentar con un género de su–
plicio nunca oido hasta a l'lel dia. Mandó atar·le
á
una rne..
da
sembrada tod1 de ag11d 1s p·mtas
de
acero, la qual
á
ca...
dJ.
vuelta q 1e daba ,
le
levant1ba áda arriba pedazos de car–
ne ,
y
hendia
en
sangrientos canale3 aqnel delicado cuer–
po.
Qaedáron atónitos los tnismos vcrdut;os , viendo la ale..
gría del generoso Mártyr todo el tiempo que duró este hor..
rible tonnento ; pero at.t n quedáron
~nas
ason1brados , quan..
do
suponiéndole y;1
tnuerto , le halláron enteramente sano
de
todas sus heridas.
Convirtiéronse muchos Gentiles
á
vista de esta milagro..
sa cnracion; pero ella misma irritó nus al
Tyr;~no.
Co..
1110
era Jorge una de las primeras víctimas que Dioclec),..
no sacrificaba
á
su innata crueldad ·, no perdonó á especie
algana de
s~pHcio
que no emplease para vencer su mag·
nanitnidad,
y
su constancia. Apénas ·se puede creer lo que
refieren de
SLlS
tormentos las Actas tnas antiguas del mar..
tydo
de
nuestro Santo. Todo lo que puede .inventar
b
tuas
bar·