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ABRIL.
das . Escribe hoy mismo la causa particul ar de aquellas
reincidencias , de aquella funesta vuelta al vómito del peca–
do, de aquella
t ¡bie~a
,
de aqL11.. lLt
reLlxlcion , de aquellas
pasiones , que volviéron
á
resucitar. Todas las mañanas al
acab,u
la
oradon, ó al ofrecer las obras del dia , lee el pa–
pel
de -estos saludables apuntamientos , impoi1te una peni–
tencia,
ó
una considerable liltlOsna para todas las veces en
que te expusieres
á
algun peligro. Estos que parecen pe–
queños cuidados , son pruebas seguras de una voluntad
n1uy~
sincera ,
y
n1ueven al Señor
á
dispensarnos aquellos gran–
des auxilios , que son. de tanto provecho en la ocasion;
y
en
fi.Q
es de gran conseqüencia este exercicio.
DIA VEINTE Y TRES.
San Jorge,
Mártyr.
San Jorge uno de [os mas célebres Mirtyres de
1~
·
Iglesia, á quien los Griegos llaman por excelencia
el
gran
Mártyr
,
'clCtÓ
en
Capadocia de familia ilustre ,
y
distin..
guida por. su nobleza , pero mas señalada por el zelo con
que profesaba ,
y
defendía la verdadera Religion.
Su calidad ,
y
distincion le precisáron
á
seguir la pro–
fesion de las annas ;
y
cotno era un jóven de l0s n1as bien
dispuestos , n1as valientes ,
y
n1as cultivados de todo
el
exército, ganó en poco
t~empo
la gracia del Etnperador
Diocleciano , quien le dió una Compañía ,
y
le hizo
su
Maestre de Campo. Acreditó el acierto de esta eleccion
el
valor , la prudencia , y toda la conducta de su
port~·
en una edad tan poco avanzada.
Y
descubriendo cada
día
el
Emperador n1as ,
y
mas las prendas. ,
los
fondos ,
y
el.
extraordinario n1érito del nuevo Oficial , pensaba elevarla
á
los pdmeros cargos,
colmindol~
de favores , quando co-
111enzó
á
descubrirse la tempestad , que desde algunos años
ántes se iba fraguando contra los Christianos ,
y
desde
lo~
primeros anuncio¡ se comenzó
a
temer, que al cabo
inun...
dada en sangre de Mártyres
á
toda la Iglesia de Dios.
Des..